Red Bull está intratable en este Mundial 2023 de Fórmula 1. Han ganado todas las carreras posibles, y las 'poles' que se les han escapado han tenido mucho que ver con la mala fortuna. Por eso se antoja prácticamente imposible que alguien logre ya a estas alturas desbancarles en lo más alto del podio después de un Gran Premio... si no se consigue en Singapur.

El trazado asiático es único por su complejidad, enrevesado y revirado a pesar de la remodelación que ha sufrido este año, eliminando la zona del túnel, por lo que el rendimiento de los monoplazas se iguala más que en otros circuitos. Si a eso le sumamos lo importantes que son el drag y la carga aerodinámica en Marina Bay para surcar sus curvas a toda velocidad... los firmes candidatos a usurparle la victoria al equipo austríaco son los bólidos verdes de Aston Martin.

El mejor ejemplo lo tenemos en el Gran Premio de Mónaco, circuito urbano muy similar en sus características al de Singapur. Fernando Alonso estuvo a punto de arrebatarle la 'pole' a Max Verstappen, y en carrera le podría haber ganado la partida de haber elegido bien sus neumáticos en la parada. 

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Oportunidad de oro para lograr la '33' que se esfumó y ya parecía que no volvería a darse tan claramente. En Aston Martin, superados los problemas previos al parón veraniego, son conscientes de que oportunidades así no suelen presentarse cuando se tiene delante un rival como Red Bull, y mucho menos dos veces en el mismo campeonato, y por eso van a Singapur con todo lo que tienen.

En su último podio, en el Gran Premio de los Países Bajos, también estuvieron cerca de la victoria con Fernando Alonso en segunda posición, pero ayudados por el caos de la lluvia. En Zandvoort, eso sí, pusieron la primera piedra para traer el coche más competitivo posible a Singapur, estrenando un alerón delantero óptimo para la configuración del trazado holandés que ahora han conseguido evolucionar para Marina Bay.

Aston Martin, siempre con moderación, confía ciegamente en que el AMR23 mejore más todavía sus principales virtudes gracias a este nuevo ala delantera, que debería proporcionarles más agarre en curva. Eso implicaría menor degradación, y sobre todo más velocidad en los múltiples y angostos giros del circuito urbano donde el paso por curva lo es todo. Como colofón, también creen que podría contribuir a estar más arriba en clasificación, uno de sus puntos débiles este año.

"Se han eliminado cuatro curvas de baja velocidad del sector tres, lo que probablemente hará las cosas un poco más fáciles para los neumáticos. Hay menos zonas de frenada y tracción. En efecto, han quitado cuatro de esas curvas, por lo que los neumáticos estarán en mejor forma para las últimas curvas", ha indicado el jefe de rendimiento de Aston Martin, Tom McCullough, lo que potenciaría los efectos beneficiosos de las mejoras implementas para Singapur.

Aun con todo, desde la escudería reconocen lo meritorio del dominio de Red Bull, como explica el director del equipo Mike Krack antes del GP de Singapur: "Eso es lo primero que tenemos que reconocer, la combinación entre Max Verstappen y su coche es excepcional. De hecho, Fernando aludió a eso diciendo que tal vez ni siquiera se esté reconociendo el mérito que tiene. Así que el nivel es muy alto". 

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El mismo Krack es consciente de la cruda realidad, pero en Marina Bay existe un resquicio para la esperanza, incluso si Red Bull y sus pilotos no cometen errores: "No estoy diciendo que Verstappen tenga que estar en problemas para que podamos ganar, pero todavía tenemos que ver cómo se desarrollan en las próximas carreras".

Deberán alinearse los astros para que suceda el milagro, pero Singapur es la pista en la que no va más. Es ahora o nunca. Si alguien quiere o puede desafiar a Red Bull, es aquí, en el diminuto país asiático. Después será una quimera más que imposible. Pero si alguien entiende de milagros e imposibles, ese es Fernando Alonso, en una pista donde ha logrado dos de sus victorias más meritorias y su único 'Grand Chelem'.