Cómo elegir las batallas adecuadas...

La sociedad y el gran público ha entendido en solo tres imágenes el tipo de inhóspito camino que ha recorrido el futbol femenino durante décadas. Han pasado del éxtasis, acompañando con pasión y en familia, a una selección que se proclamaba, contra todo pronóstico, campeona mundo, a la indignación absoluta que han transformado en apoyo incondicional. Un arma con gran poder. 

Pero, no pensemos que aun siendo obvias las faltas de respeto, las actitudes sexualmente ofensivas, o la burda manipulación, este asunto es sencillo, todo lo contrario, es de extrema complejidad. Porque no se trata del comportamiento o la forma de ejercer el poder de una persona, sino de todo un poderoso e influyente sistema asentado durante décadas y que ha gozado de cierta impunidad.

Resido ahora en el condado de Fulton en EEUU, donde las dos noticias más relevantes esta semana están siendo la imputación de Donald Trump en sus juzgados y el comportamiento del Presidente de la Real Federación Española de Fútbol en la final del mundial y sus mediáticas consecuencias. Si hablamos del impacto y del daño a la reputación de un país, considero que dependerá sobre todo de cómo se gestione y resuelva para evitar de nuevo estas situaciones que son la punta de iceberg.

Vuelven ahora las polémicas y cuestionadas palabras de Gianni Infantino, presidente de FIFA, cuando decía tras el Mundial que las mujeres en el futbol tienen que "elegir las batallas adecuadas" para "convencernos a los hombres de lo que tenemos que hacer”. El máximo organismo del fútbol mundial ya ha suspendido provisionalmente al presidente de la federación española de futbol de "toda actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional". 

Pero el sistema deportivo necesita de forma urgente a las mujeres en sus estructuras, y en las posiciones de poder y tomas de decisiones y no "solo" en las batallas paralelas. No podemos dejar pasar esta oportunidad que permita la transformación necesaria en el deporte y en la sociedad.