Llevamos unos años escuchando que el fútbol español vive un serio problema porque no consigue que las generaciones más jóvenes consigan engancharse al deporte rey de nuestro país. Se habla de que es poco atractivo, que hay pocos partidos entre los grandes clubes, que hay demasiadas interrupciones o que cada vez hay menos estrellas en LaLiga. Y puede ser una realidad que posiblemente haya que atajar, especialmente las pérdidas de tiempo y el juego efectivo, o la calidad de los arbitrajes, pero también hay algo que posiblemente sin darnos cuenta ha ido cambiando desde la última década.

Ahora mismo, es imposible ver gratis un partido del Real Madrid, el FC Barcelona, el Sevilla o el Atlético de Madrid. Tampoco de la Real Sociedad, Villarreal o Betis. Los grandes equipos, los que juegan en Europa, no pueden ser vistos en televisiones en abierto en España. Una decisión que se está cargando las audiencias de nuestro fútbol. Y es que los grandes eslóganes dicen que este deporte es de la gente, pero la realidad es otra. Si no pagas no hay partido, un modelo que hace que si un joven tiene que decidir en qué gastarse el dinero posiblemente lo haga en una plataforma de series.

La gente de mi generación, los millenials, hemos crecido pudiendo ver partidos del Madrid de los galácticos, del Barsa de los holandeses, del Sevilla de Kanouté y Luis Fabiano, del Valencia de Benítez, o del Atleti de Fernando Torres en abierto. Primero en televisiones autonómicas los sábados por la noche, y después con La Sexta que apostaba con Andrés Montes, el capitán Kiko Narváez o Julio Salinas por acercar el fútbol a todo el país de una manera divertida. También los martes era el día que la Champions se podía ver sin coste alguno. Así fue como nos fuimos enganchando poco a poco, y hoy en día somos los que pagamos por verlo en televisiones cerradas.

 Está claro que la billetera es necesaria, pero también que los medios cedan y empiecen a acercar este deporte a nuevas generaciones. Cuando no haya remedio muchos se quejarán de los youtubers o de la Kings League de Piqué, pero es que eso sí que puede verse de forma gratuita. No se está sembrando, y después no se va a poder recoger nada. Admito con pena que el fútbol ha dejado de ser de la gente.