El cerco sobre Luis Rubiales se ha estrechado este jueves de forma agónica y casi definitiva. Después de múltiples denuncias y con el Gobierno y el CSD decididos a actuar contra él, se ha confirmado que ninguno de los clubes profesionales que forman parte de la Asamblea de la Real Federación Española de Fútbol acudirá a la convocatoria extraordinaria para la reunión prevista este viernes por la mañana (12.00 horas) en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Según ha informado COPE, en dicha convocatoria Rubiales procederá a anunciar su dimisión, según habría comunicado a su círculo cercano.

Sin excepción, los 21 equipos profesionales de LaLiga integrados en la Asamblea de forma electa han decidido dar la espalda al presidente de la RFEF, al que todos exigen y piden que presente su inmediata dimisión: Athletic, Barcelona, Real Betis, Getafe, Mallorca, Osasuna, Real Sociedad, Villarreal, Cádiz, Elche, Rayo Vallecano, Leganés, Eibar, Alavés, Las Palmas, Lugo, Real Sporting, Tenerife, Ponferradina, Amorebieta y Zaragoza.

Unos pocos equipos, como el Alavés, el Cádiz o el Amorebieta han ido confirmando a cuentagotas de forma oficial a través de comunicados su decisión, fundamentada sobre todo en la no inclusión del escándalo por el beso en la boca sin consentimiento del presidente de la RFEF a Jenni Hermoso tras la final del Mundial en Australia. No estaba previsto, salvo en el apartado de ruegos y preguntas, que la dimisión de Rubiales estuviese sobre la mesa... y esa ha sido la respuesta de los clubes.

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Especialmente duro ha sido el comunicado del conjunto cadista, que ha desacreditado la gestión del fútbol español de Rubiales desde 2018: "El Cádiz ni ha creído, ni cree, ni creerá en la gestión de Luis Rubiales. Esta decisión no es motivo de sus últimas actuaciones, de las que es triste protagonista por actos incalificables y por señalar nuestro fútbol a nivel mundial, sino por muchas otras en las que no ha estado a la altura de lo que este deporte merece".

Es cierto que otros equipos como el Barça o el Betis han aducido también conflicto de agendas con la reunión extraordinaria, pero sus posturas en torno al escándalo estaban más que claras desde hace días. El conjunto culé considera su comportamiento como "impropio" y "espera y desea que Rubiales dé las explicaciones oportunas el viernes", mientras los béticos, a través de su vicepresidente José López Catalán, han calificado lo sucedido como algo "muy grave y desafortunado".

Tras el comunicado de Jenni Hermoso en la tarde del miércoles, la jornada del jueves amaneció con la Federación Vasca rechazando acudir a la Asamblea, lo que ha provocado las primeras fisuras en el armazón mediático de Luis Rubiales y ha precipitado una reacción en cadena que se ha vuelto imparable. Ninguna otra Federación territorial ha querido pronunciarse, pero sí han dado el impulso para que los equipos profesionales masculinos se planten.

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Ya sea a través de sus presidentes, como en el caso del Atlético de Madrid, la Real Sociedad o el Getafe; a través de sus entrenadores, como Ancelotti para el Real Madrid, Benítez para el Celta o Míchel para el Girona; o a través de algunos futbolistas como Isco, Borja Iglesias o Aitor Paredes; el fútbol profesional ha mostrado su completo rechazo a las formas y comportamientos de Luis Rubiales, al que la espada de Damocles ya le pende apenas a unos centímetros del cuello.

Así, tanto el puesto de presidente de la RFEF de Rubiales como la Asamblea del viernes están en serio peligro. El motrileño esperaba salir reforzado de una reunión que podría no celebrarse por falta de quórum (50% de los 140 miembros de la Asamblea presentes), un síntoma del completo rechazo que viene demostrando el fútbol, la política y la sociedad española a Rubiales a través de otras críticas y denuncias. Ahora sólo falta saber si dimitirá, y sobre todo, cuándo.