Los supervivientes de la generación de oro del fútbol español tras el adiós de David Silva: Ramos, Iniesta...

Once titular de España ante Alemania en la final de la Eurocopa de 2008. Con el adiós de Silva, sólo dos jugadores siguen en activo 15 años después: Ramos e Iniesta.
Once titular de España ante Alemania en la final de la Eurocopa de 2008. Con el adiós de Silva, sólo dos jugadores siguen en activo 15 años después: Ramos e Iniesta.
Carlos Gámez | Clive Mason
Once titular de España ante Alemania en la final de la Eurocopa de 2008. Con el adiós de Silva, sólo dos jugadores siguen en activo 15 años después: Ramos e Iniesta.

A pesar de otros éxitos como la reciente UEFA Nations League o la pretérita Eurocopa de 1964, es innegable que la época dorada de la 'Roja'  abarcó la etapa entre 2008 y 2012; e incluso los años previos y posteriores pudimos disfrutar de un fútbol excelso, el mejor de nuestra historia como combinado nacional y, probablemente, el mejor que se ha visto jamás practicar a una selección.

De la mano de Luis Aragonés, primero, y de Vicente del Bosque después, una generación irrepetible de futbolistas nacionales fue capaz de jugar bien, de jugar bonito, pero sobre todo de ganar. Ganar, ganar y volver a ganar por fútbol, por calidad, por convicción, por cabeza y por coraje. Y todo ello sin estridencias ni aspavientos, sin 'estrellitas' ni egos, con un vestuario confeccionado por chavales que jamás soñaron lograr lo que consiguieron.

Primero una Eurocopa, la de Austria y Suiza en 2008, en la que derrotamos a selecciones como Italia o Alemania, pero sobre todo, derrotamos fantasmas y maldiciones. Después un Mundial, el de Sudáfrica en 2010, que consolidó el amor hasta entonces no correspondido entre España, un país eminentemente futbolero, y un deporte muy injusto con los méritos y la calidad de nuestros futbolistas. Y, por último, otra Eurocopa, la de 2012 en Polonia y Ucrania, la consolidación del sueño, del modelo y de nuestro balompié como el mejor del mundo.

Todo ello conquistado gracias a una generación que, lamentablemente, dice este jueves adiós a uno de sus últimos exponentes y representantes en activo, el centrocampista canario David Silva. Un poeta a veces incomprendido, pero con una facilidad para jugar y hacer jugar pasmosa. Un genio que brilló en la Selección, de la que es el cuarto máximo goleador, a pesar de perder en el Mundial el protagonismo que recuperó en la segunda Eurocopa de aquel ciclo irrepetible.

Quince años después de aquella mítica final en el Ernst-Happel-Stadion de Viena ante Alemania, sólo dos jugadores titulares de aquella 'Roja' siguen en activo: Sergio Ramos y Andrés Iniesta. El andaluz dejó el Paris Saint-Germain libre y sigue sin equipo, igual que el manchego, que podría dejar Japón para reconstruir aquel Barça de 2015 junto a Messi, Busquets y compañía, pero ambos veteranos parecen ya alejados definitivamente del fútbol de élite.

Junto a ellos, en el banquillo de aquella Selección se encontraban Pepe Reina y Raúl Albiol, miembros también ilustres de la generación de oro. Los dos comparten vestuario en el Villarreal, y seguirán dando guerra en la Liga al menos una temporada más. También pretendía hacerlo Cesc Fàbregas, protagonista absoluto de aquella tanda de penaltis contra Italia, pero decidió anunciar su retirada definitiva el pasado 1 de julio.

Del Mundial, por supuesto, todavía quedan más remanentes en activo, como Sergio Busquets, Jesús Navas, Pedro, Javi Martínez o Juan Mata. El andaluz levantó como capitán en mayo la séptima Europa League del Sevilla, y el canario sigue rindiendo a buen nivel en la Lazio italiana, pero 'Busi' ha dicho adiós justo este verano al fútbol europeo como ya hizo Martínez hace dos veranos, y Mata está sin equipo y podría colgar pronto las botas. Y, así, se va desvaneciendo en el horizonte la mejor generación de futbolistas de la historia de España. Irrepetibles.

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