Max Verstappen se está mostrando esta temporada insultantemente superior al resto de pilotos de la parrilla de la Fórmula 1. Es cierto que el RB19 es un cohete, pero el neerlandés tiene buena parte de culpa en ser el líder del Mundial más destacado de la historia del 'Gran Circo' tras once carreras. Nadie puede tocarle, nadie puede cuestionar su dominio, e incluso 'Checo Pérez' hace parecer al Red Bull un monoplaza ordinario en sus manos respecto a su compañero.

El bicampeón del mundo está completamente solo en la cima más absoluta del automovilismo, donde Lewis Hamilton o Fernando Alonso han intentado regresar sin mucho éxito. Y la soledad, lo que tiene, es que a veces puede conducir al aburrimiento. Si no, no se explica el último deseo de Verstappen, en vísperas del Gran Premio de Bélgica en el mítico Spa-Francorchamps.

'Mad Max' aprovechó las predicciones meteorológicas que señalan unánimemente un fin de semana pasado por agua en el trazado belga para dejar caer que le encantaría que lloviese durante el Gran Premio, en el que habrá carrera al sprint: "Tengo ganas de disputar la carrera sprint de Bélgica. Tiene pinta de que va a ser un fin de semana lluvioso y habrá que ver el impacto que esto tendrá, ya que siempre lo hace todo más interesante y caótico".

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"Spa es por supuesto mi pista favorita del calendario y tengo ganas de correr allí y ver a todos los aficionados; debería ser un fin de semana divertido", opinó el joven piloto de 25 años, que ahora lidera el Mundial con 281 puntos, 110 más que su compañero, el mexicano Sergio Pérez, y literalmente está cansado de no tener competencia seria, por mucho que adore ganar y viva por ello.

Solo una auténtica tragedia apartará a Verstappen de capturar un tercer título mundial seguido, y con la seguridad (o la soberbia, según se mire) de saber que es el mejor del mundo con mucha diferencia, lo único que desea es divertirse. Tanto debe ser su aburrimiento, que espera lluvia en un circuito donde se vivió el mayor bochorno de la historia de la F1, en 2021, cuando ganó una carrera que nunca se pudo disputar de verdad por las lluvias torrenciales... y por la incompetencia de la FIA.

"Será interesante ver el rendimiento de nuestro coche en las curvas de alta velocidad, también", apuntó el nuevo ídolo deportivo de los Países Bajos, como regodeándose en la superioridad aplastante del monoplaza diseñado por Adrian Newey, el que en Hungaroring le otorgó la cuadragésima cuarta victoria de su muy sobresaliente carrera en la F1.

"Tengo grandes recuerdos de Spa y, después de un gran resultado para el equipo en Hungría, espero que podamos rendir de nuevo este fin de semana; será el último empujón antes del parón vacacional", comentó Verstappen con miras al Gran Premio de Bélgica, donde el siempre perfeccionista piloto neerlandés quiere seguir exprimiendo al máximo su RB19 y seguir escribiendo su nombre en oro en la historia.