Alcaraz aplasta a Medvedev y se cita con Djokovic en la final de Wimbledon

Alcaraz celebra su pase a la final de Wimbledon.
Alcaraz celebra su pase a la final de Wimbledon.
ISABEL INFANTES
Alcaraz celebra su pase a la final de Wimbledon.

Carlos Alcaraz tenía una oportunidad de oro ante Daniil Medvedev para pelear por disputar la segunda final de Grand Slam de su carrera, la primera en Wimbledon, y desplegó el mejor tenis de su vida sobre hierba para someter y destrozar al tenista ruso en tres sets, con un triple 6-3, en apenas dos horas de partido.

El tenista murciano, número 1 del mundo, superó con matrícula de honor las semifinales de Wimbledon, en un partido de altos vuelos en el que pudo confirmarse como experto en hierba pese a su poca experiencia. En la final ya sabía que aguardaba Novak Djokovic, su bestia negra y principal rival, después de endosarle otro 3-0 a Jannik Sinner, y quizá eso fue lo que le dio alas para arrasar a Medvedev.

Con la fuerza de un transatlántico y con la tranquilidad y la calma de un samurái, al más puro estilo de uno de sus ídolos (Fernando Alonso), Carlos Alcaraz irrumpió en la final de Wimbledon por la puerta grande, echando abajo todos los muros que Medvedev intentó plantearle. Le derrotó con solvencia, y ahora puede presumir de haber seguido los pasos de Manolo Santana (1966) y Rafa Nadal (cinco finales consecutivas entre 2006 y 2011) como españoles que jugaron el partido definitivo en el All England Club.

En sus primeras semifinales en Wimbledon, el español dio la sensación de haber estado en este encuentro muchas otras veces. Flotó sobre la pista para derribar al gigante ruso, empequeñecido ante una fuerza de la naturaleza que viene de Murcia y que estará en la final contra Novak Djokovic, la más deseada por todo el mundo en Londres, por los jugadores, al menos por la parte de Alcaraz, por los organizadores y, sobre todo por el público.

Revoloteaba en el aire una duda: si el español podría con la presión de otras semifinales, después de lo ocurrido en Roland Garros, cuando los calambres se cargaron su torneo frente al rival que tendrá en la final. Esta vez, por suerte, era Medvedev el que estaba enfrente, no el ogro Djokovic. El ruso, por mucho que pasee su estatus de ganador de Grand Slam en una época en la que escasean, no tuvo los galones para competir al mejor del mundo.

Medvedev aguantó el envite seis juegos. Se sostuvo entre las dejadas y los ataques a su segundo servicio del español, que había preparado esta táctica junto a su hermano Álvaro por la mañana, hasta que Alcaraz engarzó un juego perfecto ante el potente servicio del moscovita. Con dos restos ganadores, ambos sobre el segundo saque del ruso, quebró su servicio y se puso 5-3 y cerró el set aguantando el servicio sin que Medvedev le pudiera restar ni una sola bola.

Tras perder el primer set, el de Moscú se marchó al baño para cortar el ritmo del partido, pero Alcaraz, para hacer tiempo, se iba hacia su lado de la pista a saltitos, casi de alegría. Diferentes actitudes y predicción de lo que iba a pasar después. La mentalidad derrotista le pesó mucho a Medvedev, que tuvo uno de esos cuatro-cinco partidos tan suyos por temporada en los que se desconecta por completo y se deja llevar.

Algo normal y comprensible una vez visto y analizado el partido y el ritmo que quiso imponer Alcaraz. Solo hubo una pequeña relajación, en el primer saque del murciano en el segundo set, cuando cometió una doble falta y permitió la primera opción de rotura al ruso en todo el partido. ¿Cómo respondió? Con un saque directo. Y se acabó. Sin más vacilación ni un ápice de duda, con la determinación del campeón.

Y así llegó el chaparrón. En Londres por la lluvia, y en la central por los palos que le caían a Medvedev. Por uno y otro lado. Tras salvar la bola de rotura, Alcaraz no concedió más. Rompió al siguiente juego y comenzó el espectáculo. Punto increíble en la red, con tres golpes seguidos de puro reflejo, y otro ataque de segundo servicio para dejarse el segundo set a favor.

2-0 en el marcador, resultado que Alcaraz nunca ha dejado escapar y que Medvedev solo ha levantado en dos ocasiones. No iba a ser esta la tercera. El español de hecho coqueteó con la victoria sonrojante, porque se puso 3-0 y olisqueó otra rotura, pero como es natural ahí aparecieron las pocas dudas que tuvo, el miedo lógico de estar tan cerca de unirse a un club histórico de finalista de Wimbledon. 

Cedió en dos ocasiones su saque, dio vida al ruso, pero se la quitó de golpe, recuperando esas dos rupturas de saque con otros dos breaks contra Medvedev. Meneando la cabeza en su banquillo, consciente de sus errores y de los nervios, respondió a cada rotura de Medvedev con otra, y cuando tuvo que sacar para sellar el pase, no titubeó.

Con un 'passing' de derecha y los brazos al aire, Alcaraz es finalista de Wimbledon, como lo fueron en su día Santana, Nadal, Conchita Martínez, Arantxa Sánchez Vicario y Garbiñe Muguruza. Tendrá enfrente a Djokovic, el hombre al que venció en las semifinales del Masters 1.000 de Madrid en 2022 y contra el que perdió en Roland Garros hace poco más de un mes.

Ahora la película será diferente, la presión está en el lado del serbio, que busca su octavo título y vigésimo cuarto Grand Slam. Djokovic es el gran favorito, Alcaraz, el aspirante. La solución, el domingo a las 14:00 hora local en la pista central del All England Club.

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Alcaraz - Medvedev, en directo: última hora de las semifinales de Wimbledon
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