Sergio Ramos tiene un sueño, volver al Sevilla para cerrar un círculo en el equipo que lo vio crecer como profesional. El jugador se encuentra sin equipo tras no renovar con el PSG, pero a sus 37 años se niega a aceptar una millonaria jubilación en Arabia Saudí para seguir peleando en la élite europea en el Sánchez-Pizjuán. El mercado de fichajes siempre depara sorpresas, pero tres motivos convierten su sueño en una realidad casi imposible. 

El primer obstáculo es, paradójicamente, su pasado como sevillista. Ramos cambió la camiseta del Sevilla por la del Real Madrid cuando apenas empezaba a despuntar, un movimiento que no gustó nada a la afición nervionense.

A ello se unen los constantes encontronazos con la grada del que fue su estadio en todas las temporadas que lo visitó como jugador merengue. Silbidos desde los asientos, gestos desde el césped por parte del futbolista... parece complicado que haya reconciliación, aunque no sería la primera vez que una afición abre la puerta a un 'hijo pródigo', ya ocurrió con Griezmann en el Atlético de Madrid tras su breve paso por el FC Barcelona. 

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El segundo y quizás mayor óbice es su salario. El Sevilla maneja una carga salarial muy elevada y a pesar del buen resultado en Europa League, las arcas del club no podrían soportar las peticiones del camero. Solo las ganas de volver de Ramos podrían llevarle a ajustarse el cinturón, pero en el aspecto económico el balón está en su tejado. 

En tercer y último lugar aparece la cuestión del rendimiento. El jugador se encuentra en el ocaso de su carrera, pero lo cierto es que su paso por el PSG ha sido más que notable. Sus datos tras recuperarse de la lesión con la que abandonó el Real Madrid son de 6 goles y una asistencia en 58 partidos, con una mejora notable de rendimiento en su segunda temporada en el Parque de los Príncipes.

La línea defensiva ahora está repleta de talento en un equipo con una apuesta firme por la juventud, tampoco parece tener hueco, aunque la necesidad de cuadrar cuentas y la amenaza de la Premier siempre puede liberar una plaza para Sergio Ramos.

El futbolista sueña con un 'último baile', y aunque en el club no se percibe como una oportunidad real, no deja de mirar de reojo a un movimiento que seguro daría mucho rédito mediático.