"Nunca vi algo semejante": máxima tensión en un helicóptero en el abismo del planeta

El helicóptero, luchando contra los elementos en pleno Himalaya.
El helicóptero, luchando contra los elementos en pleno Himalaya.
Airbus helicopters
El helicóptero, luchando contra los elementos en pleno Himalaya.
El helicóptero, luchando contra los elementos en pleno Himalaya.
Externos

En el mes de mayo de 2005 un piloto francés llamado Didier Delsalle quiso aterrizar con su helicóptero Eurocopter AS 350 B3 en la cima del Everest, a 8.848 metros. Nunca nadie había volado en helicóptero hasta esa altura en la montaña más alta del mundo, ni mucho menos había aterrizado en su cima.

Cabe anotar que los helicópteros, aunque no están destinados generalmente a subir a grandísimas alturas, sí son capaces de alcanzar en ocasiones los 8.000-10.000 metros, pero siempre que no hablemos de una zona montañosa del calibre del Himalaya, repleta de picos de 7,000 metros y donde se encuentran varias de las catorce cumbres de más de 8.000 metros.

Volar un helicóptero entre las montañas más altas cuando se trata de rescates, es una labor extremadamente difícil por la presencia constante de las ondas de las corrientes dominantes. En el Himalaya a menudo hay que ir arriba a rescatar a alpinistas en apuros, y los helicópteros de hoy en día – si la meteorología lo permite – pueden subir hasta los 7.000-7.400 metros. Sólo en contadas ocasiones han volado hasta 7.800 metros, pero normalmente no dan permiso a que vuelen a más de 7.000 metros. Si algún alpinista queda trabado a 7.600 metros o más, o lo bajan sus compañeros/rescatistas, o tiene que descender solo, porque si no, su destino no augura nada bueno. El El Eurocopter (hoy Airbus) AS 350 B3, o su versión más reciente el AS 350 B3e, con el tiempo se ha convertido en el helicóptero más utilizado en Nepal.

Didier Delsalle y su equipo.
Didier Delsalle y su equipo.
Airbus Helicopters

Didier Delsalle, piloto de vuelos de prueba de la empresa Airbus en una entrevista que dio a Verticalmag en 2017, contó que la idea de intentar aterrizar un helicóptero en la cima del Everest realmente se había planteado por primera vez en 1972 por el piloto francés Jean Boulet quien tenía el récord de altura de vuelo en helicóptero tras haber alcanzado 12.442 m (fuera de zona montañosa), y quien en aquél entonces quiso pilotarlo a la cima del Everest. Sin embargo, su idea fue descartada porque su helicóptero no estaba diseñado para volar en un lugar con tantas turbulencias.

La empresa Aérospatiale, tras fusionarse con Eurocopter, desarrolló un helicóptero adecuado incluso para volar en estas circunstancias, y Delsalle, que hacía los test de vuelo, propuso la idea de ir al Everest y llevar a cabo la idea de Boulet. Como contó Delsalle, "era para demostrar a nuestros clientes todos los márgenes que tienen mientras usan el helicóptero conforme al certificado normal, en comparación con lo que el helicóptero es capaz de hacer durante una prueba de vuelo". Así quedaría constatado sin duda alguna el buen diseño del aparato, y que el margen de pilotar el Eurocopter AS 350 B3 hasta la altura máxima recomendada – que conforme al certificado normal del aparato es hasta los 7.010 metros-, ofrecía un margen de seguridad bastante amplio.

Primera prueba a casi 9.000 metros

En el mes de abril de 2004 Delsalle hizo una prueba en Francia y voló el helicóptero hasta 8.992 metros. Después, él y su empresa empezaron a organizar todo (permisos, logística para transportar el helicóptero a Nepal en air cargo) para querer llevar a cabo el plan un año más tarde.

El aeropuerto de Lukla, el más peligroso del mundo.
El aeropuerto de Lukla, el más peligroso del mundo.
Canuckfans604

En la primavera de 2005 el helicóptero llegó a la capital de Nepal, Katmandú, tras un largo viaje vía Nueva Delhi. Delsalle, acompañado por sus mecánicos y un ingeniero, llegó a la capital nepalí el 1 de mayo de 2005 y se dispuso a gestionar y obtener los permisos necesarios para el vuelo.

De Katmandú se trasladaron todos, incluyendo el AS 350 B3, al aeropuerto de Lukla que está entre las montañas. Allí prepararon el aparato, que conllevó a aligerarlo quitando los asientos. Hasta el mismo Delsalle había hecho una dieta previamente para tal fin. Aparte de ir preparando todo, una vez fueron a rescatar con el helicóptero a unos alpinistas, pero no a gran altura. No obstante, Delsalle experimentó entonces lo que era volar entre los gigantescos macizos. Hizo varios vuelos de reconocimiento al Everest a menor altura, pero lo pasó fatal en su ladera al ver que las ondas de corriente ascendente apenas le permitían controlar la altura deseada y lo empujaban hacia arriba. Por el contrario, la corriente descendente no permitía avanzar bien ni hacia arriba ni hacia adelante.

Cuando Delsalle ya veía por qué corrientes, cuándo y dónde tenía que pilotar, en los dos últimos vuelos de reconocimiento llegó a sobrevolar la cima del Everest, pero el francés no tenía buenas sensaciones para aterrizar el aparato en la cumbre ese día.

Aun así, Delsalle sentía que podría lograr su objetivo y decidió seguir con su plan para adelante.

Delsalle, aproximándose al Everest en su helicóptero.
Delsalle, aproximándose al Everest en su helicóptero.
Eurocopter

Las temporadas de escalada en el Everest suelen iniciarse en el mes de abril con las aclimataciones de los alpinistas que normalmente planean atacar la cima a mediados de mayo. Esta fecha siempre obedece al clima del Himalaya. Delsalle también quiso llevar a cabo el vuelo y el aterrizaje en la segunda quincena de mayo.

En ese mes hubo 98 grupos de alpinistas en el Everest. Volar al filo de lo imposible fue todavía más arriesgado teniendo en cuenta la presencia de escaladores. Por otro lado, Delsalle sabía que el más mínimo error significaría que moriría. No sólo el propio helicóptero podría correr peligro, sino también cualquier cambio de tiempo, disminución de la visibilidad y también el hecho de que aunque aterrizara, las ondas podrían arrastrar el helicóptero al abismo con Delsalle a bordo.

Los escaladores empezaron su ascensión hacia los campos superios en los días previos al 14 de mayo, pero el tiempo empeoró y tuvieron que retroceder de los campos superiores. Finalmente llegó la ventana de tiempo adecuado, por lo que Delsalle decidió ir a por todas con su helicóptero, aprovechando que los alpinistas no llegarían todavía a la cumbre al tener que ascender a pie desde más abajo.

El piloto francés se puso dos capas de ropa interior térmica debajo de su anorak de piloto, y cogió una botella de oxígeno suplementario para no sufrir las consecuencias fatales de la hipoxia, y para poder tener la mente limpia allí arriba. Dejó las ventanas del helicóptero abiertas para que su aliento no produjera hielo en los cristales. El 14 de mayo de 2005 encendió el motor, puso una cámara a grabar e inició el vuelo hacia la cima del Everest.

"Nunca he visto algo semejante"

Sebastián Álvaro, creador del famoso programa Al Filo De Lo Imposible estuvo en la zona ese día. Nos ha contado que se quedó perplejo cuando vio de repente que un helicóptero estaba volando hacia el Everest desde la dirección del Makalu cogiendo cada vez más y más altura. "Nunca he visto una cosa semejante en mi vida. Fue increíble", nos contó Álvaro.

Delsalle consiguió abordar la cumbre desde arriba y empezó la maniobra para poder aterrizar el aparato. Hacía 35 grados bajo cero. Lo difícil al aterrizar fue no tener ninguna referencia fija ya que estaba en el punto más alto de la tierra. Además, había 65 nudos de viento, equivalentes a 120 km/h. Tenía miedo a que nada más tocar la cumbre con el aparato las ondas de corriente lo arrastraran. Tuvo que clavar los patines del Eurocopter y empujarlo hacia abajo para poder permanecer en la cima. Finalmente consiguió aterrizar acertando donde tenía que aposentar el helicóptero, y el vehículo permaneció en la cima del Everest durante 3 minutos y 50 segundos.

Después de esto despegó de nuevo y volvió a Lukla sano y salvo. Sin embargo, cuando después quiso revisar la grabación en su ordenador para poder mandar la prueba fehaciente de su vuelo y aterrizaje a la Federación Aeronáutica Internacional (FAI), no encontró la grabación. Ese momento fue terrible para Delsalle y sintió mucha rabia.

Decidió que el día siguiente lo volvería a hacer de nuevo. Y así fue, Delsalle logró repetir el aterrizaje en la cima del Everest el 15 de mayo también. Esta vez la grabación salió perfecta. Más tarde se dio cuenta de que los datos del primer vuelo también estaban, sólo que por un fallo del software no pudo encontrarlos el día anterior.

Escaladores ascendiendo hacia el campo 4 del Everest
Escaladores ascendiendo hacia el campo 4 del Everest
Pioneer Adventure

Los primeros escaladores hicieron cumbre el 21 de mayo de 2005. Esa primavera, un total de 307 personas pisaron la cumbre del Everest. Las autoridades chinas se enfadaron mucho después ya que la cima del Everest es compartida entre China y Nepal y no se había pedido autorización a China. Los órganos competentes nepalíes luego dijeron que Delsalle no había cursado el permiso, cosa que enfadó mucho a los franceses por no ser verdad dicha afirmación. Delsalle dijo en 2017 que estaba contento al ver cuántos rescates se han podido realizar desde aquél entonces en el Himalaya.

Lo que Delsalle no sabía es que los helicópteros serían utilizados ya en nuestros días para empeorar la calidad del alpinismo al ser pilotados en parte para suplir las carencias de conocimiento y experiencia de los clientes comerciales que invaden las montañas más altas del mundo, y que sirven para el negocio de las agencias locales.

Nunca más se volvió a repetir la hazaña de Delsalle de la que a continuación mostramos la famosa grabación publicada por Airbus, y que nos deja sin respiración.

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