Max Verstappen se convirtió de nuevo en el máximo triunfador del sábado en el Gran Premio de Mónaco al hacerse con una pole que le puso extremadamente complicada Fernando Alonso. 84 milésimas más lento que el neerlandés fue el asturiano, lanzado a por una primera posición de parrilla con la vía libre que le dejó el grave accidente de Checo Pérez en la Q1. El podio lo completó Leclerc, compañero de un  Sainz que terminó relegado a la tercera fila de la parrilla de salida.

La segunda jornada de GP del Principado dejó el listón muy alto con una de las batallas más ajustadas de la historia del 'Gran Circo'. Un día arrancado con una sesión de entrenamientos libres tres de poca intensidad, la calma antes de la tormenta de pilotaje desatada en la prueba de la verdad, la lucha contra el crono que determinó el orden de salida para el domingo.

La batalla por la pole comenzó como de costumbre, monopolizada por Red Bull con Verstappen al frente y Checo como fiel escudero, pero el sinuoso y estrecho trazado tenía un giro de guión inesperado para la escudería austriaca. Un error en la primera curva condenó a Checo, que acabó contra el muro en la Q1 y con prácticamente todas las opciones de su fin de semana.

Tremendo susto en el GP de Mónaco: Pérez sufre un violento choque contra el muro

La eliminación automática del segundo piloto más rápido del Mundial desató la locura. La batalla por el mejor tiempo estalló en condiciones muy complejas, de mucho tráfico, y con unos muros que parecían estrecharse vuelta tras vuelta. Era el momento de las leyendas, era el momento de Fernando Alonso.

El asturiano no deja caer ninguna oportunidad y, como había avisado en la previa, llegaba a Montecarlo con la confianza de apretar más que nunca el acelerador, y vaya si lo hizo. No se despegó de las posiciones de podio en ninguno de los cortes y acabó la Q2 tan solo por detrás de Verstappen y Leclerc, pero fue en la tercera fase, con tan solo diez coches en pista, cuando asumió la voz cantante.

La pista alcanzó la temperatura idónea, y los últimos once minutos se convirtieron en un intercambio constante de golpes entre los mejores. Por la primera plaza pasaron hasta cuatro pilotos, incluido Ocon con su Alpine, pero la batalla estaba servida entre Aston Martin y Red Bull.

Con el paso de los minutos los nervios hicieron florecer las habilidades más extremas de conducción de todos. Alonso no dejaba de mejorar los tiempos, Verstappen sudaba, pero mantenía el liderato besando todos los muros, e incluso los Ferrari se despegaron de la irregularidad demostrada en la sesión matutina, tanto, que a falta de cinco minutos para el final Sainz (finalmente quinto al no poder mejorar ese crono) se colgó de Fernando para dejar una imagen histórica, la de dos españoles en la cima de la clasificación.

Como en el guion de un 'thriller', las posiciones quedaron definidas en un final de infarto. Leclerc bajó del sueño de la primera plaza a Ocon, el monegasco fue superado por Fernando, y en el 'box' verde estalló un éxtasis que solo podía aplacar Verstappen, que volaba por las paredes del circuito cuando ya no quedaba tiempo para más. Al final cruzó la línea 84 milésimas más rápido que Alonso tras un "muy duro toque contra el muro" al entrar en la recta que le valió para volver a liderar la salida del domingo.