Las sesiones de entrenamientos libres del viernes en el Gran Premio de Miami dieron el pistoletazo de salida al fin de semana de carreras en Florida por todo lo alto. Con un circuito ‘como nuevo’ después de un reasfaltado urgente por las inundaciones de hace un mes, nadie tenía información fiable sobre la pista ni sus condiciones y tuvieron que aprender a marchas forzadas. Se notó, porque hubo una bandera roja en cada sesión, y la amplia mayoría de los pilotos tuvieron algún susto… o algo más.

Los tiempos estuvieron dominados siempre por Red Bull y Max Verstappen, tanto en la primera sesión como en la segunda. Sin embargo, en el primer entrenamiento dominó más bien la locura, porque los Mercedes se sumaron a una pelea en la que nunca estuvieron para ser primero Russell y segundo Hamilton. Hulkenberg fue el causante de la primera bandera roja, que apenas restó tiempo de práctica a los demás, aunque Albon o Tsunoda podrían haber corrido su misma suerte.

Ferrari fue el principal contendiente de Red Bull en ambas tandas, con un rendimiento muy sólido que dio problemas en todo momento a los austríacos. Sainz y Leclerc, especialmente en la segunda sesión, fueron intercambiándose los tiempos con Verstappen y Pérez durante más de media hora, hasta que el neerlandés sacó el mazo y les metió tres décimas a los demás, con un espectacular 1.27.930 como crono absoluto de ambos entrenamientos.

Fueron segundo el español de Ferrari y tercero el monegasco, pero Leclerc cometió un error a diez minutos del final que le mandó directo a las protecciones en la última curva del trazado. Colisión frontal sin demasiadas consecuencias para la carrocería de su SF-23, que sí las tuvo en la sesión, con otra bandera roja que ya fue prácticamente definitiva.

Por detrás, como se podía esperar en Miami, Aston Martin no logró estar a la par del resto de equipos punteros. Alonso finalizó quinto y tonteó con las primeras plazas, pero la realidad fue que finalizó a casi un segundo de Verstappen, aunque mucho mejor que Stroll. Resultado aun así engañoso, ya que siempre rinde mejor el AMR23 en carrera, y Aston Martin no ha traído novedades reseñables como sí han hecho en Ferrari. Pocos motivos para que suenen las alarmas, pero pocas certezas de que rendirán para pelear como mínimo el podio. Todo por decidir, el sábado en la clasificación.

El resto de la parrilla estuvo muy agitada, con un Norris valiente con el McLaren que parece ir encontrando algo de ritmo, y con la sorpresa irregular de los Mercedes, que pasaron de una sesión magnífica a otra mucho menos vistosa, y podrían estar escondiendo algo, o bien haber llegado a estancarse con un W-14 que saben que no nació como ellos querían.