Carlos Alcaraz logró este jueves el pase a la ronda de cuartos de final del Torneo Conde de Godó en un titánico partido ante su compatriota Roberto Bautista. El murciano se vio exigido al máximo por el castellonense, y volvió a dejar otro repertorio de golpes inverosímiles de esos a los que ya nos tiene acostumbrados.

En concreto destacó uno, el que disputaron con ferocidad ambos tenistas en el último tramo del primer set, cuando servía Alcaraz con 40-40 y 5-3 a favor en el marcador. El pupilo de Juan Carlos Ferrero sacó al revés de Bautista, cambió el peloteo al cruzado de revés y, cuando Roberto parecía tener el punto en el bolsillo, el número dos del mundo hizo la magia.

Bautista atacó con la derecha y subió a la red, donde se encontró con una pelota sencilla para machacar con un remate, pero Alcaraz se 'teletransportó' y devolvió una bola imposible que ni él pudo explicar en el postpartido.

"Me he reído porque ha ido dentro, pero podía haber ido a la grada. Cerré los ojos, puse la raqueta y la suerte cayó de nuestro lado. Pudo haber ido a todos lados menos dentro", confesó en la rueda de prensa posterior.

Alcaraz terminó llevándose la victoria por 6-3/7-5, y se verá las caras en el turno de tarde de este viernes ante Alejandro Davidovich.