La radio de Checo Pérez desvela un mensaje esperanzador para Alonso: "¡No hemos resuelto el problema! ¡Es el mismo problema!"

'Checo' Pérez observa su RB19 después de quedar fuera en la Q1 en Australia.
'Checo' Pérez observa su RB19 después de quedar fuera en la Q1 en Australia.
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'Checo' Pérez observa su RB19 después de quedar fuera en la Q1 en Australia.

Max Verstappen logró la pole en el Gran Premio de Australia y sin sorpresa ni novedad un Red Bull volverá a salir primero por tercera vez en tres carreras en este Mundial 2023 de Fórmula 1. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en la escudería austríaca, y Fernando Alonso lo sabe. Por eso, como desde que se subió por primera vez al AMR23, el asturiano saldrá mañana con los ojos bien abiertos, atento porque cualquier cosa puede pasar, y la '33' puede estar más cerca que nunca.

Lo cierto es que Red Bull se ha mostrado intratable hasta el momento, pero con cada sesión de cada Gran Premio ha ido perdiendo ese aura de invencibilidad, y ahora debe lidiar con varios frentes abiertos. La fiabilidad parecía no ser un problema, pero en Jeddah fue Verstappen quien quedó fuera en la Q2 por culpa del palier, y en Albert Park ha sido 'Checo' Pérez quien no ha podido ni siquiera clasificar después de quedar varado en la gravilla en la Q1. Saldrá último, y su cabreo con Red Bull es más que evidente. 

El mexicano ya tuvo problemas en la sesión de entrenamientos libres 3, en la que protagonizó varias escapadas que ya advertían lo que acabaría sucediendo. Bloqueaba en las frenadas, se pegaba excursiones por los exteriores de la pista, el césped, la arena... Pidió que resolvieran el problema en la dirección de su RB19, inconducible en Melbourne, pero en lugar de eso, el problema le dejó K.O. a las primeras de cambio, y cuando más importaba. 

En la curva tres, nada más comenzar la clasificación y sin haber marcado ni siquiera un primer tiempo, Pérez volvía a bloquear neumáticos y se iba directo a la tierra, quedando a escasos centímetros de las protecciones y con su coche estancado. Desesperado, intentó sacarlo pero el monoplaza no respondía y su tracción no era suficiente para salir. Al final, otro Red Bull fuera de juego, trasladado por la grúa hacia los boxes como un peso muerto.

"¡No hemos resuelto el problema! ¡Es el mismo p*** problema que hemos tenido antes!" se desahogó 'Checo' por radio, paralizado dentro del RB19 por la rabia y la frustración, dejando al descubierto las primeras grietas dentro del equipo Red Bull. Tal fue su cabreo que llegó al paddock sin siquiera quitarse el casco y sin querer hablar con nadie.

Más que cualquier otra temporada en su vida, Pérez sabe que este año podría tener una oportunidad única de pelear el campeonato del mundo. Sin embargo, parece que esa rebeldía no es del agrado del auténtico líder y 'niño mimado' de Red Bull (también por mérito propio), y la convivencia se va emponzoñando. Una guerra interna que podría invitar al mexicano a pensar que no recibe el mismo trato o las mismas mejoras que el neerlandés, y que hace a Fernando Alonso relamerse por detrás.

El asturiano por fin tiene un coche potente entre sus manos gracias a Aston Martin, y con un margen de mejora que debería empezar a notarse pronto. Si su mayor competencia sigue ensimismada y peleando contra sí misma, el bicampeón del mundo sólo tiene que tener la caña preparada y dar el 110% de sí mismo, como acostumbra a hacer. Y no piensa sólo en una victoria, no. Piensa en el campeonato del mundo él también.

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