Fernando Alonso estuvo muy cerca de quedarse sin su podio número 100 por un error garrafal de su equipo de mecánicos. Un leve contacto de uno de los operarios con el coche mientras cumplía sanción en boxes supuso una segunda sanción aplicada después de que cruzara la meta. Un detalle insignificante que Aston Martin pudo pagar muy caro, aunque finalmente no tuvo consecuencias por decisión de la FIA.

La carrera de Alonso fue perfecta, pero dos pequeños detalles pudieron frustrar su segundo podio consecutivo. La salida perfecta con la que se puso líder quedó en nada por su mala colocación en el cajón -cinco segundos de sanción le costó empezar algo desplazado a la izquierda-, y un error al cumplir esa sanción le costó una segunda penalización de diez segundos, que finalmente no se aplicó.

Una salida de ensueño acaba en pesadilla para Alonso: de primero a quedarse sin podio

El error imperdonable llegó en el primer tercio de la carrera cuando un abandono de Stroll obligó a salir a pista al coche de seguridad. Todos aprovecharon para entrar a boxes, momento en el que Alonso debía cumplir su sanción de cinco segundos por el error en la salida (tal y como manda la normativa), un tiempo que no llegó a pasar antes de que uno de los mecánicos tocara el vehículo del asturiano. Según la norma, ese toque anula automáticamente su cumplimiento. 

La carrera continuó, Alonso luchó su tercer puesto y cruzó la línea de meta sin ningún tipo de aviso por parte de dirección de carrera, pero Mercedes, con Russell cuarto, se había guardado un as en la manga. La escudería liderada por Toto Wolf apreció la infracción y reclamó una vez terminada la carrera.

Fue entonces, con Alonso en el podio celebrando el tercer puesto, cuando la FIA confirmó la suma de 10 segundos al piloto asturiano, lo que lo desplazó hasta la cuarta posición. Pero ese no fue el último giro en la historia, pues horas después, el máximo organismo del automovilismo reculó y volvió a otorgar la tercera plaza al asturiano tras las protestas de su equipo.