Toda una rebelión al corazón de la cultura británica. Por primera vez en seis décadas, los aficionados del fútbol tuvieron que ver su programa favorito Match of the Day (El Partido del Día) sin comentaristas ni tertulianos. La culpa fue de la suspensión por parte de la BBC del presentador Gary Lineker por rechazar en su cuenta de Twitter la reforma migratoria que plantea el Gobierno conservador británico, comparándola con el lenguaje de los nazis. Únicamente mostraron las imágenes de los goles y los momentos más impactantes de los futbolistas en el campo, porque muchos analistas y jugadores dejaron claro que no querían dar entrevistas al buque insignia de los deportes de la cadena pública.

Fue una huelga espontánea para apoyar a un exfutbolista muy admirado, un hombre descrito a menudo como "un padre centrista", y para defender la independencia de la institución apodada "la Tita". Y han sido días de locura tras los tuits de Lineker, con periodistas de la misma BBC haciendo canutazos fuera de la casa de su presentador mejor pagado.

El debate sobre si Gary Lineker ha roto el código de imparcialidad "adecuado" ha dominado las noticias de la BBC y de sus cadenas rivales. Al tener que capear las exigencias de sus estándares editoriales, el talento y las audiencias, la BBC "está en la cuerda floja", escribió la reportera de medios y cultura de la casa, Katie Razzall. Por un lado, explica, Lineker es un freelancer y no hizo sus comentarios en Match of the Day. Por otro lado, Razzall señala que las actuales reglas especifican que "las personas con plataformas sociales tienen una responsabilidad mayor de guardar la imparcialidad". Y Lineker tiene casi nueve  millones de seguidores en Twitter.

Las pautas actuales de la BBC en lo que se refiere a las redes sociales no son para nada claras

Esta crisis ha mostrado a muchos periodistas que las pautas actuales de la BBC en lo que se refiere a las redes sociales no son para nada claras. Antes de la suspensión de Lineker, John Humphrys, un ex presentador del influyente programa Today de BBC Radio 4, ya había apuntado que el director general de la cadena, Tim Davie, estaba tardando en aclararlas.

El caso de Lineker ha sido interpretado por muchos como una claudicación hacia la extrema derecha del Partido Conservador, entre los que se encuentran bastantes de los que quieren terminar con la licencia que paga la ciudadanía para financiar a la televisión pública. Destacan que Davie fue candidato por los conservadores en unas elecciones municipales y que el actual presidente de la BBC, Richard Sharp, donó más de 400.000 euros al partido gobernante y facilitó un préstamo de 800.000 euros al ex primer ministro Boris Johnson.

Además, la BBC no ha castigado a muchas otras personalidades que trabajan en sus programas y que han publicado tuits muy políticos. Entre ellos destaca Sir Alan Sugar, el empresario que presenta The Apprentice (El Aprendiz) y que criticó al exlíder laborista Jeremy Corbyn, recomendando incluso votar por Boris Johnson, para en agosto de 2022 decir que Johnson debería ir a la cárcel por sus supuestas mentiras durante la campaña del Brexit.

La BBC rectifica y Gary Lineker volverá a presentar los deportes en los micrófonos de la cadena británica

La crisis ha terminado este lunes con el anuncio por parte de Davie de que Lineker volverá a Match of the Day este fin de semana y que habrá una revisión, elaborada por un experto independiente, de las pautas sobre el uso de las redes sociales. Lineker, por su parte, lo agradece apuntando que Davie tiene un trabajo "casi imposible, manteniendo a todo el mundo contento, sobre todo en el campo de la imparcialidad".

El exdirector de noticias de la BBC, James Harding, ha recomendado que la televisión pública tenga "claridad sobre la rigurosidad de las reglas para periodistas de noticias… y respeto por la libertad de expresión fuera de la BBC".

 "No puedes entrar en un mundo donde la BBC controle las opiniones de cada escritor, director, músico, celebridad, deportista, científico o empresario", concluye.