El jugador marroquí del PSG, Achraf Hakimi está siendo investigado por las autoridades francesas, según una información recogida por el diario Le Parisien, que señala al ex jugador madridista como presunto agresor sexual de una joven de poco más de 24 años.

Al parecer, los hechos ocurrieron el pasado 25 de febrero, cuando el jugador hispano-marroquí, violó presuntamente a una joven de 24 años en su domicilio, aprovechando la ausencia de su mujer, la actriz Hiba Abouk, y sus hijos. 

El diario Le Parisien destapó el caso, que ya está en manos de las autoridades francesas. La joven no quiso presentar denuncia contra el futbolista, pero la policía decidió abrir una investigación "dada la gravedad del delito y la notoriedad de su presunto autor".

Achraf Hakimi, de momento, afirma ser "inocente" y "niega las acusaciones de violación".

Últimamente, el mundo del fútbol se ha visto salpicado puntualmente por casos significativos de presuntos abusos, como el caso de Dani Alves en España, quien sigue en prisión preventiva, desde el pasado 20 de enero, acusado de agredir sexualmente a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona. También el ocurrido en 2020, cuando tres jugadores de la Arandina fueron condenados por violar en grupo a una niña de 15 años.

Fuera de nuestras fronteras, cinco futbolistas que militaban en el Virtus Verona de Serie C, fueron condenados por la justicia italiana a seis años de prisión cada uno, por abusar sexualmente en grupo de una estudiante de 20 años.

Y ayer martes se conoció que Robson de Souza 'Robinho', cumplirá la pena de nueve años de cárcel dictaminada por la justicia italiana por un delito de violación cometido en Milán en 2013. Lo hará en su país, Brasil, después de que la justicia brasileña homologara la pena impuesta por los tribunales del país europeo.

La psicóloga Esther Ocaña aclara este perfil perfil concreto de los presuntos agresores sexuales (en todos los ámbitos) y explica que en su comportamiento "influyen factores culturales y factores de personalidad, como la impulsividad, la agresividad, la extroversión, el narcisismo y la poca empatía". Son personas, en definitiva que "necesitan ser el centro de atención y asumen el rol de poder con un séquito, con potestad para hacer lo que quiera".