No habrá sanción deportiva para el Barça por el 'caso Negreira' porque habría prescrito

El ex presidente del Fútbol Club Barcelona, Josep María Bartomeu
El ex presidente del Fútbol Club Barcelona, Josep María Bartomeu
Pau Venteo / Europa Press
El ex presidente del Fútbol Club Barcelona, Josep María Bartomeu

No habrá sanción deportiva para el FC Barcelona por el ‘caso Negreira’, dado que el presunto delito que investiga la Fiscalía por unos pagos de la entidad azulgrana en 2016, 2017 y 2018 al exvicepresidente del CTA Enríquez Negreira, ya ha prescrito.

La nueva ley del Deporte, que entró en vigor el 31 de diciembre de 2022, estipula en su artículo 30 que "las infracciones y sanciones prescribirán según lo dispuesto en las leyes que las establezcan. Si estas no fijan plazos de prescripción, las infracciones muy graves prescribirán a los tres años, las graves a los dos años y las leves a los seis meses". Esos tres años como máximo hacen que los pagos a Negreira por parte del club blaugrana ya hayan prescrito, dado que el último fue en junio de 2018, según la investigación de la Fiscalía.

Así lo confirma, en declaraciones a 20minutos, el abogado Manuel Martín, uno de los socios del bufete Aledra Legal: «Por aplicación de la vigente Ley del Deporte, el Barcelona no sería objeto de sanción disciplinaria en el ámbito deportivo, debido a la prescripción de las posibles infracciones muy graves que la realización de los pagos pudieran representar», explica.

Muy rotundo se mostró también Toni Roca, abogado experto en derecho deportivo y director de Himnus, sobre si puede haber una sanción deportiva. «Cero. Desde el punto de vista deportivo, el caso no tiene ningún recorrido», aseguró el letrado.

Javier Tebas, en su primeras palabras desde que salió el caso, también lo confirmó. «No es posible que existan sanciones disciplinarias deportivas, porque desde el 18 al 23 han pasado cinco años y este tipo de sanciones prescriben a los tres años desde que se han producido los hechos», afirmó el presidente de LaLiga.

Eso sí, la nueva Ley y el citado artículo 30 no afectan al caso, como se había especulado. «En la antigua se recogía igual», explica Toni Roca. «Te ibas al Real Decreto de Disciplina Deportiva, que es de 1991, y lo pone exactamente igual. Ha sido así siempre».

Sí puede haber consecuencias penales

Queda ya totalmente claro que no habrá sanción deportiva, pero sí puede haber consecuencias penales, según se desarrolle la investigación. «Tiene que haber una querella y se analizará si se ha cometido un delito de corrupción entre particulares. Pero si no hay una querella, se quedará en nada. Hay que ver cómo evoluciona la parte penal», explica Toni Roca.

«Los pagos podrían llegar a ser considerados un delito continuado de corrupción entre particulares, tipificado en el artículo 286bis del Código Penal», relata, por su parte, Manuel Martín, que explica dicho artículo castiga a cualquier persona o empresa «que reciba, solicite o acepte un beneficio o ventaja no justificados como contraprestación para favorecer indebidamente a otro». El letrado añade las posibles sanciones. «Penas de prisión de 6 meses a 4 años», «inhabilitación de 1 a 6 años» y una «multa del triple del valor del beneficio o ventaja», serían las posibles sanciones.

Por su parte, la Federación Española también se pronunció, informando de su intención de «personarse en los posibles procedimientos judiciales que se sigan sobre este asunto». La RFEF quiso además aclarar que la investigación corresponde al periodo anterior: «Tras las elecciones a la presidencia a finales de mayo de 2018, con la llegada del actual equipo de gobierno, se renovó la cúpula del CTA, cesando a los anteriores directivos, entre los que se encontraba Enríquez Negreira», dice su comunicado.

Amenazas por burofax al Barça

Enríquez Negreira amenazó por burofax al Barcelona con sacar a la luz las «irregularidades» si el club dejaba de pagarle. Según una información exclusiva del diario El Mundo, el número dos de los árbitros amagó a Bartomeu tras cancelar sus pagos millonarios «con destapar un gran escándalo al contar sin miramientos las irregularidades del club que había conocido y vivido de primera mano en relación con el club». En el escrito, el ex árbitro pedía al entonces presidente Bartomeu «un acuerdo justo» y que el Barça continuara cumpliendo con el pacto «para seguir contando con mis servicios hasta el fin de su mandato» al frente del club blaugrana.

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