Hace más de 15 años que un piloto español no se corona campeón del Mundial de Fórmula 1. El último -y el primero- fue Fernando Alonso al volante del Renault R26, y es el asturiano el que precisamente podría romper la sequía en su vigésima temporada en la categoría reina del automovilismo en su debut con Aston Martin, que ya ha presentado el ilusionante AMR23. También se postula al título Carlos Sainz, cada vez más cómodo en Ferrari cuando está a punto de comenzar su tercera temporada de rojo. El madrileño consiguió su primera victoria el año pasado en Silverstone y esta campaña debería dar un paso adelante para terminar de consagrarse y, por qué no, conseguir el campeonato con el espectacular SF-23.

Dos años de desengaños y polémicas en Alpine bastaron al 'Nano' para hacer las maletas rumbo a una nueva aventura y cambiar 'El Plan', fallido, por 'La Misión', prometedora. Su aterrizaje en Silverstone parece tenerle más motivado que nunca. Ya lo estaba tras sus primeros test con el monoplaza de 2022, y las expectativas son aún mayores tras la presentación de la nueva 'arma' británica.

Algo similar le ha pasado a Sainz desde que fichó por la Scuderia. Tuvo una complicada primera temporada de adaptación, pero este segundo año le ha servido para demostrar a los italianos que tiene potencial más que de sobra para ser el piloto principal a pesar de los continuados problemas de fiabilidad que ha mostrado durante todo el año el F1-75. Esos problemas, ha prometido Ferrari, se han solucionado de cara a 2023, lo que permitirá al madrileño desplegar todo su talento.

Aston Martin

La llegada de Dan Fallows, ingeniero de Red Bull hasta ahora, ha supuesto toda una revolución en la escudería británica, que ha presentado un diseño rompedor dirigido a convertir a Aston Martin en un equipo ganador, competitivo y capaz de instalarse en la parte alta de la tabla.

El AMR23 es muy diferente a lo que vimos el año pasado y deja claro que la escudería británica está decidida a lograr el éxito. De esta manera, se han modificado el chasis, los pontones y el alerón frontal. Prácticamente sólo la parte trasera del monoplaza conserva alguna similitud con su versión anterior.

Carlos Gámez

El cuerpo del nuevo monoplaza de Aston Martin tiene una caída mucho más pronunciada que el año pasado. Una mejora aerodinámica que conduce el aire a través de tres vertientes distintas. 

En este aspecto, también destaca que se ha reducido el tamaño de los pontones y su parte baja se ha hecho más honda, mientras que el morro, más delgado, se deja caer más hacia abajo. Además, el alerón delantero cuenta con un diseño agresivo completamente distinto al anterior.

El motor sigue siendo Mercedes, aunque parece que los radiadores de la unidad de potencia no ocupan el mismo lugar que antes, ya que las branquias de refrigeración están más arriba y es más pequeño, según apunta Soymotor.com.

Ferrari

La Scuderia no ha apostado por un diseño tan revolucionario como Aston Martin, sino que, viendo los brotes verdes de la temporada pasada, sólo ensombrecidos por los problemas mecánicos, ha decidido poner todos sus esfuerzos en mejorar sus errores. "Es una evolución del que teníamos el año pasado, pero, en realidad, ha sido completamente rediseñado", confirmó Enrico Cardile, jefe del Área de Chasis.

El italiano también explicó que "hemos aumentado la carga aerodinámica vertical" para cumplir con la normativa y encontrar las "características de equilibrio". Al mismo tiempo, "se ha rediseñado la suspensión, para apoyar la aerodinámica y aumentar la gama de ajustes que se pueden hacer al coche en la pista". Ahora, el SF-23 tiene una barra de pista baja, apunta Mark Hughes en la web oficial de Fórmula 1.

Carlos Gámez

También se han modificado el alerón delantero, que cuenta con tres separaciones bien distinguidas, y el morro, algo más aplanado. Sin embargo, se mantiene firme en su apuesta por la concavidad de los pontones, que llevan el aire hacia el alerón trasero, y en la innovadora forma de sus rejillas, que ahora son menos pero más anchas y se encuentran más arriba. "La carrocería es una versión más extrema de lo que vimos la temporada pasada", aseguró Cardile respecto ambos aspectos.

También la caja de cambios es nueva con el objetivo de mejorar no solo la aerodinámica, sino también la mecánica, y el chasis es mucho más ligero que el del año pasado.