El Real Madrid levanta su octavo mundial del clubes en una final memorable con ocho goles

  • Precioso choque en el que el ataque madridista brilló, con Benzema de vuelta en el once, pero la defensa sigue arrojando dudas.
Benzema levanta el octavo trofeo del Mundial de Clubes del Real Madrid.
Benzema levanta el octavo trofeo del Mundial de Clubes del Real Madrid.
Agencia EFE
Benzema levanta el octavo trofeo del Mundial de Clubes del Real Madrid.

El Real Madrid ganó su octavo Mundial de Clubes en Rabat en una noche de fútbol memorable para el aficionado, con un 5-3 de escándalo, pero agridulce para los entrenadores. Ramón Díaz y Carlo Ancelotti, que suma cuatro trofeos intercontinentales, volvían a encontrarse 34 años después, y sus equipos no defraudaron. Vinicius y Benzema volvieron a demostrar que son la mejor pareja ofensiva del mundo, y la defensa del Madrid que está todavía excesivamente tierna. Aun así, inyección de moral a un equipo que la necesitaba justo en el momento crucial de la temporada.

El partido comenzó como terminó, con ambos equipos intentando exprimir sus virtudes al máximo. El Real Madrid salió a apretar arriba sabiéndose netamente superior. Lo era y lo demostró, porque a los 13 minutos Vinicius ya había abierto la lata con una jugada clásica suya, desmarque entre líneas y remate raso. A los 18, fue el turno de Valverde, que cazó un rechace y lo enchufó sin miramientos.

Sin embargo, el conjunto merengue se relajó como suele ser habitual en él cuando gana holgadamente y sabe que es tan superior al rival. No lo era tanto, porque Marega aprovechó un balón en largo, un contragolpe que nació de la nada y acabó en gol del Al Hilal. Las caras de los jugadores del Madrid denotaban más sorpresa que preocupación, y siguieron a lo suyo, aunque no encontraron más puerta y sufrieron algún que otro susto del equipo asiático.

La segunda parte, lejos de aminorar, fue aún más trepidante. Vinicius seguía de dulce, y le apetecía confirmarlo en condiciones. Un par de regates por aquí y por allá, una pared con Camavinga, y centro con el exterior para el remate inapelable del capitán Karim Benzema, de regreso al once titular cuando más le necesitaba el Madrid.

Vinicius celebra su segundo gol de la noche en Rabat.
Vinicius celebra su segundo gol de la noche en Rabat.
Agencia EFE

A la banda derecha madridista le dio envidia y decidió reproducir otro golazo para poner el 4-1 y sentenciar el encuentro. Carvajal penetró casi hasta línea de fondo y cedió sutilmente para la entrada de Valverde, que definió sin problema en carrera y salvó el carnet de entrenador de Ancelotti, anotando su undécimo tanto de la temporada. 

Quedaba media hora, y el Al Hilal volvió a sumarse a la fiesta. Vietto hizo un buen gol en un despiste de Rudiger, y recortó momentáneamente. Sin embargo, contestó rápido el Madrid gracias, cómo no, al MVP Vinicius, que se fabricó un golazo junto a Ceballos, definiendo con una rosca perfecta al palo largo. Vietto volvió a anotar con un gol mejor que el anterior, dejando por los suelos a Lunin, y Marega falló inmediatamente el cuarto de su equipo de forma incomprensible.

Ahí se acabó el partido, porque el conjunto madridista controló lo mejor que pudo y fue sufriendo cada vez menos. Victoria balsámica para lo que se le viene encima al Madrid en los dos próximos meses, y con el Barça cada vez más lejos en Liga. Y triunfo histórico para un equipo en el que los más veteranos siguen escribiendo su nombre con letras de oro en el palmarés del Real Madrid, mientras ayudan a los más jóvenes a perpetuar el legado. El Real Madrid es campeón del mundo, y cuando se siente así, cuando hay títulos en juego, demuestran que lo son.

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Real Madrid - Al Hilal, en directo: Última hora de la final del Mundial de Clubes
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