Enorme partido de fútbol el que ofrecieron Rayo Vallecano y Real Betis en Madrid este domingo. Mucha tensión, igualdad e intensidad en dos equipos acostumbrados a manejar la pelota, pero obligados mutuamente a presionar y atacar en un ida y vuelta constante. Los goles se quedaron en la primera parte, con un Luiz Enrique estelar para el Betis, y el Rayo murió en la orilla del empate con Camello, Falcao y el debutante R.D.T. como tridente ofensivo.

El primer gol del partido, de Balliu en propia meta a los seis minutos a la salida de un córner, dio tranquilidad al Betis nada más empezar, quizá demasiada. Por eso, Camello logró el empate local apenas quince minutos después, tras recoger un rechace al potente disparo previo de Lejeune. A partir de ese momento, el partido se abrió más de lo normal a esas altura de partido, y ya no bajó el ritmo.

Con ocasiones claras y variadas para unos y otros, los rayistas sufrieron el golpe psicológico del gol antes del descanso. Un gol que, además, firmaría el 1-2 definitivo. Fue obra de Luiz Enrique, fichaje arriesgado de la directiva bética que comienza a despuntar poco a poco. Contra el Rayo cuajó un partido de muchos quilates, certificado con el gol que anotó a disparo cruzado tras regatear a un defensa tan aguerrido como Fran García.

El segundo periodo no vivió goles, pero vivió muchas emociones fuertes. El equipo vallecano estuvo a punto de empatar en más de una ocasión, hasta que lo hizo. Isi Palazón encontró la red verdiblanca medida la segunda parte, pero el VAR acudió al rescate del colegiado para decretar el fuera de juego. Falsa alarma, y reacción de Pellegrini para amarrar el resultado en una cancha tan incómoda como la de Vallecas.

Rayo Vallecano

Un estadio que se vino abajo cuando vio debutar y regresar a la disciplina rayista a Raúl de Tomás, apartado durante los últimos 6 meses de la alta competición. Aun así, el tridente Camello-Falcao-R.D.T. fue incapaz de definir en su primera aparición juntos. En cambio las mejores ocasiones fueron del Betis, que estrelló dos balones en el larguero en sendas ocasiones de Canales y Álex Moreno. 

El Betis terminó pidiendo la hora pero logró una valiosa y sufrida victoria que le aúpa a la cuarta posición en Liga (el Rayo es octavo), en un partido peligroso en el plano mental con la Supercopa de España en el horizonte. El vigente campeón de Copa del Rey acudirá pleno de confianza a la cita en Arabia Saudí, con los deberes hechos en casa, y con la sensación de estar a tan solo dos partidos de un nuevo título.