Marruecos es la revelación del Mundial de Qatar. Han roto todos los límites de una selección africana en la Copa del Mundo, y quieren seguir soñando con llegar a la final. Por eso no es de extrañar que sus aficionados hayan sido incapaces de controlar la euforia, y hayan conquistado durante unas horas, tanto contra España como contra Portugal, las calles de medio mundo.

Para seguir con la fiesta mundialista, eso sí, su selección deberá hacer frente este miércoles a la actual campeona del mundo, Francia. Un partido de 'alto riesgo' debido a toda la relación histórica entre Francia y Marruecos, que fue protectorado francés durante más de cincuenta años antes de ser un país independiente y soberano.

Fruto de esta relación histórica y geopolítica, la población marroquí guarda un vínculo especialmente estrecho con Francia, donde residen actualmente censados 1.314.000 marroquíes de nacimiento. Por todos estos motivos y esta unión conflictiva, en el país galo se temen lo peor de cara a la semifinal, especialmente tras lo visto el sábado en ciudades como París.

En cada celebración marroquí en Europa han sucedido cosas. Lo último, hace menos de 24 horas. Tras ganar a Bélgica, a España y a Portugal, ciudades como Bruselas, Madrid o París vivieron horas de convulsión y caos organizado, incitado por los aficionados marroquíes allí residentes , que se saldaron con decenas de heridos y detenidos.

Los precedentes no son nada halagüeños para las autoridades francesas, que ya prevén una noche aún más complicada que las anteriores durante el encuentro. Gane o pierda Marruecos, sus aficionados tendrán 'motivos' para echarse a la calle y los problemas de otros días podrían multiplicarse, por lo que las fuerzas de seguridad galas estarán en máxima alerta.

La gendarmería francesa deberá preparar un dispositivo especial para que la celebración de unos u otros sea solo eso, una fiesta, y no pase a mayores. Desde luego, el ejemplo del Portugal - Marruecos servirá para mantener en alerta las calles francesas, atentas y preparadas para otra 'batalla campal'.