No hay rival fácil en este Mundial de Qatar, menos aún Marruecos, una selección que llega a los octavos de final ante España imbatida y como primera de un grupo plagado de estrellas, con dos de las grandes favoritas a levantar el título, Croacia y Bélgica, mordiendo el polvo y sufriendo para sacar algo positivo ante el combinado africano.

Si bien los balcánicos, liderados por un Luka Modric en su segunda juventud, aguantaron el tipo para rascar un punto al conjunto de Walid Regragui, que ha convertido a su equipo en una apisonadora en solo tres meses en el cargo, los 'Diablos Rojos' de Hazard, Courtois y De Bruyne no corrieron la misma suerte. Los marroquíes no dieron tregua y en dos chispazos 'liquidaron' a la selección europea para dejar al borde del abismo a la mejor generación belga que se recuerda en su última oportunidad para ganar un gran torneo.

"Va a ser un rival complicadísimo", avisó Luis Enrique consciente de las fortalezas de los norteafricanos, que llegan con la moral por las nubes tras clasificarse para los octavos por segunda vez en su historia, algo que no lograban desde México 1986, y con ganas de sentar un precedente metiéndose en cuartos.

Cómo juega Marruecos

España ya sufrió a Marruecos en Rusia 2018 en un enfrentamiento de la fase de grupos que acabó con empate a dos en el marcador. Uno de los goleadores marroquíes de ese día volverá a estar frente a la zaga española este martes, Youssef En-Nesyri, que conoce bien a sus rivales, pues milita en las filas del Sevilla en LaLiga.

Cuatro años después, la selección africana poco se parece a la de entonces. Ya contaba con jugadores de mucha calidad, pero aún le faltaba asentarse tácticamente sobre el terreno de juego para tener opciones reales de medirse de tú a tú a un gran combinado nacional. 

El plan de Luis Enrique para Marruecos: vuelta a los orígenes, con dos grandes dudas

Ese momento ha llegado con Walid Regragui en el banquillo, que ha inculcado a sus jugadores una presión asfixiante al rival para robar balón en su campo y generar situaciones de peligro con un juego vertical caracterizado por transiciones rápidas, y ha explotado las virtudes de sus mejores futbolistas en defensa y ataque.

Las bandas son una de sus bazas, sobre todo la derecha, con Achraf Hakimi y Hakim Ziyech actuando como puñales para los equipos rivales. Sus estilos de juego casan a la perfección y su conexión se ha convertido en una auténtica pesadilla para todos los combinados nacionales a los que se han enfrentado hasta ahora.

El delantero del Chelsea es rápido, elástico, tiene visión de juego y gol. El Real Madrid ya le sufrió en Champions League en la temporada 2018/2019, cuando explotaba en el Ajax y anotó ante los merengues llegando por el carril central en segunda línea. Tampoco le importa pegarle desde fuera del área y acostumbra mucho a correr por el costado derecho para dirigirse hacia el interior sobre el borde del área y buscar el disparo. 

Esa tendencia a caer por el centro permite al defensor del París Saint-Germain proyectarse en ataque, donde es extremadamente peligroso. Tiene muchísima potencia y es un lateral muy goleador al que le resulta muy fácil asistir a sus compañeros. Ante Canadá dejó su primer pase de gol en el torneo, mientras que en toda la temporada en su club ha generado 10 goles (cuatro tantos y seis asistencias).

Además, el combinado africano también es muy inteligente en las jugadas a balón parado, con futbolistas con buena pegada para las faltas y los centros y rematadores de calidad por arriba, donde son muy poderosos, y saben aprovechar los espacios que se generan en el equipo rival. 

Los goles que han marcado

De sus cualidades han nacido los cuatro goles que han anotado en la fase de grupos, dos a Bélgica y otros dos a Canadá. Ante los 'Diablos Rojos', los futbolistas de Regragui tuvieron ocasiones de todos los colores, pero se repitieron, sobre todo, los disparos desde fuera del área tras llegar por las bandas.

El primer tanto ante los belgas, obra de Sabiri, llegó superado el minuto 70 de partido, tras una falta escorada en el flanco izquierdo. El futbolista de la Sampdoria aprovechó la acumulación de futbolistas en el área para confundir a Thibaut Courtois y ponerla directamente en la red. El segundo, con el que Marruecos terminaría cerrando el partido llegaría fruto de un contragolpe ejecutado a la perfección, con Aboukhlal bajando de cabeza el balón para dejárselo a Ziyech, que se internaría en el área para devolvérsela y hacer el segundo.

Ante los canadienses, el conjunto africano ejecutaría una presión brutal desde el pitido inicial para provocar el error del portero norteamericano, que le dejaría el balón muerto al extremo del Chelsea para que pusiese el primero. Menos de 20 minutos después, En-Nesyri recibiría una pelota al espacio y no perdonaría.

Cómo mermar su potencial

La velocidad en la circulación del balón es la primera de las claves a las que deberá atender la selección española para vencer a Marruecos. En este sentido, los jugadores de La Roja deberán soltar rápido el esférico y distribuirlo hacia el ataque lo más rápido posible para evitar que los futbolistas de Walid Regragui se echen encima.

Por otro lado, la ocupación posicional de los espacios será fundamental a la hora de frenar las transiciones rápidas del combinado africano, que suele hacer sangre al recuperar el balón cerca de la portería rival. 

Al ser un equipo valiente, que presiona muy arriba y le gusta salir al contraataque, España deberá estar muy atenta para aprovechar las brechas que se generen en el equipo marroquí al ejecutar las transiciones, y definir con precisión ante la portería de Yassine Bono, último Trofeo Zamora de LaLiga.  

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