El piloto británico George Russell impuso la ley de los Mercedes, los coches más rápidos de la parrilla en este Gran Premio de Brasil visto lo visto sobre la pista, en una carrera al sprint marcada por los adelantamientos, los toques, e incluso algún que otro pique entre compañeros de equipo que el año que viene dejarán de serlo. Frente al ritmo de los Mercedes, que colocaron a Russell primero en la 'pole' para el domingo y a Hamilton tercero, solo Carlos Sainz pudo plantar cara con su Ferrari, protagonizando además el mejor adelantamiento de la jornada frente al flamante campeón del mundo, Max Verstappen, que solo pudo ser cuarto después de llegar a dominar fases de la carrera, que apenas duró 24 vueltas.

Retrocediendo justamente 24 horas, ninguno de estos hombres había logrado el viernes hacerse con la auténtica 'pole' del fin de semana en Interlagos. El viernes, la lluvia tiró al traste las previsiones de todos los equipos, y un increíble Kevin Magnussen se llevó un primer puesto para el sábado que jamás habría soñado alcanzar con un Haas. Mientras, el resto de equipos, especialmente Ferrari con Leclerc, parecía haber perdido el rumbo y se encomendó a lo que sucediese en la jornada del sábado, donde brilló el sol.

Ocon 'boicotea' a Alonso y Magnussen se deshace.

La carrera arrancó con un ritmo endiablado, con más de una decena de pilotos buscando aprovechar el tapón inicial de Magnussen en las primeras curvas del trazado de Sao Paulo para abrirse hueco y ganar posiciones en la zona más accesible del circuito. En los primeros giros, Magnussen aguantó a Verstappen como pudo mientras Norris perdía posiciones por detrás. En esos momentos, Alonso y su compañero en Alpine Ocon entraron en paralelo en la curva posterior a la segunda zona de DRS, y el francés echó de la pista al español como si fuese un rival de otro equipo.

Magnussen empezó a perder posiciones (acabó octavo) toda vez que Verstappen y Russell aprovecharon su falta de ritmo, cuando el pique entre Alonso y Ocon pasó los límites de la deportividad. Subiendo a línea de meta, a la altura de la entrada a boxes, el galo protegió su interior en exceso y cambió de trazada en el último segundo, destrozando el alerón delantero de Fernando Alonso cuando venía lanzado gracias al DRS, y que tuvo que detenerse en boxes, perdiendo cualquier posibilidad de pelear por los escasos puntos de la carrera al sprint. El coche de Ocon quedó también dañado, pero no paró y acabó quedando detrás incluso del propio Fernando, que escaló a gran ritmo hasta la decimoquinta plaza. 

Imparables los Mercedes contra el heroico Sainz.

Por delante, Verstappen no logró despegarse en ningún momento de Russell, sufriendo una degradación en sus neumáticos que le pasó factura. Primero fue el británico, que venía imprimiendo un ritmo espectacular, el que protagonizó una pelea de tres vueltas devolviéndose adelantamientos, y unas vueltas después le tocó a Carlos Sainz, que venía cuidando ruedas y defendiéndose de Hamilton, pero sacó partido de la situación y le tiró el coche al dos veces campeón del mundo en la curva 1 en la primera ocasión que tuvo. Salieron muy pegados a las siguientes curvas enlazadas, y 'Mad Max' midió mal en un error impropio de él y destrozó parte de su alerón delantero contra Sainz. 

Hamilton también pasó al tocado Verstappen, que amarró la cuarta posición a pesar de la petición de 'Checo' Pérez, su compañero en Red Bull, pedía por radio poder pasarle para meterle más puntos a Leclerc, que fue sexto, en el mundial, donde pelean por la sexta plaza. Por detrás, además de la remontada de Alonso, otro campéon del mundo como Sebastian Vettel se vio envuelto en un incidente con su compañero en Aston Martin y futuro compañero de Alonso, Stroll, que echó de la pista con el DRS abierto a Vettel y acabó siendo sancionado.

En las últimas vueltas, solo Carlos Sainz pasó apuros por culpa de la degradación extrema de las Pirelli, pero mantuvo a raya al heptacampeón del mundo Hamilton y sacó los dientes para pelear una primera línea de parrilla que le coloca muy cerca de la victoria el domingo.