Fue el del Santiago Bernabéu uno de esos partidos que se le atascan a los grandes, que no encuentran cómo meterle mano al rival, en este caso un Girona ordenado atrás e incisivo a la contra. Un penalti transformado por Stuani evitó la victoria del Real Madrid, que sigue como líder de LaLiga, pero ve como el Barça se le acerca y se pone a tan solo un punto.

Sin Benzema, pero con Rodrygo y Valverde ya recuperados, pronto se dio cuenta el equipo blanco que no iba a ser un partido fácil. La poblada defensa catalana frenó a un Madrid sin chispa, sin inspiración. El recurso fue probar fortuna desde lejos, pero ni Camavinga ni Valverde tuvieron fortuna con sus intentos. Aunque la más clara fue para Rodrygo, pero su disparo se estrelló contra el poste derecho.

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El Girona esperaba su oportunidad agazapado y tuvo dos muy claras. En la primera, un remate de cabeza de Valery se perdió pegado al palo; en la segunda, un zapatazo de Yangel Herrera también acabó golpeando el larguero.

Presionó más arriba el Madrid en la segunda parte, pero el Girona siguió teniendo las ideas muy claras y en una gran contra, Valery se plantó solo ante Courtois. El belga, con una pierna salvadora, evitó el gol. El árbitro había señalado fuera de juego, pero el atacante parecía estar en posición correcta.

Tenía mala pinta el partido para el Madrid, y entonces aparecieron las estrellas blancas. La jugada la inició Rodrygo, Valverde profundizó por la derecha y su pase de la muerte lo remató Vinícius para hacer el ansiado tanto.

Habían conseguido los de Ancelotti lo más difícil, hacer el gol, y la sentencia casi la pone Marco Asensio. Su derechazo a la media vuelta, sin embargo, se encontró con un paradón de Gazzaniga, que evitó que el balear sentenciara el encuentro.

Y fue el propio Asensio el protagonista de la jugada del empate. Tocó el balón con la mano dentro del área tras una falta lateral y el colegiado señaló los once metros. Stuani, un seguro desde la distancia, no falló ante Courtois.

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Se volcó entonces el Madrid, y de nuevo Gazzaniga fue decisivo. Mariano ganó la espalda a la defensa, le puso un balón perfecto a Rodrygo y el remate del brasileño se encontró con un paradón del argentino. El balón acabó entrando, pero fue tras una falta del atacante carioca al portero, el gol fue anulado.

Los últimos minutos fueron de ataques desesperados, pero ya sin Kroos, expulsado por doble amarilla, le fue imposible al Madrid encontrar la manera hacerle daño al Girona.