¿Cuáles son sus planes deportivos inmediatos? 
Una vez finalizada la temporada, tenemos la final de la Copa Presidente, donde solamente van los 12 mejores del ranking que compiten a nivel internacional y tengo la fortuna de estar en el número nueve a nivel mundial y poder participar en ella.

Después de convertirse en padre ¿volverá a la acción y a la adrenalina de la competición? 
Claro que si. Tenemos el objetivo de conseguir la plaza olímpica para los Juegos Olímpicos de 2024. Estoy trabajando en ello y, lo más importante, es hacer una buena pretemporada en invierno, participar en copas del mundo, como la de Rabat (Marruecos) y conseguir ese posicionamiento que nos de la plaza olímpica.

El programa olímpico ya no contempla equipos mixtos ¿Cómo ve esta situación ahora? 
Por desgracia no lo contempla. Fátima (Gálvez, Tokio 2020) y yo hacíamos muy buen tándem. De hecho, seguimos tirando en diferentes copas del mundo donde sí contemplan esta modalidad dentro del Foso. Nos hemos proclamado este año campeones en las Copas de Perú e Italia y ha sido muy emocionante. Ahora nos queda competir a nivel individual. Ella ya se ha clasificado para París y estoy muy contento por ella.

En Tokio se le veía disfrutando de la competición. ¿Qué le cambió?
Cuando acaban los Juegos Olímpicos de Río 2016, dimos un golpe en la mesa. Veníamos de ganar campeonatos del mundo, campeonatos de Europa, ser el número uno del ranking mundial... Hablé con mi mujer Bea y me dice «Alberto, algo pasa. No es normal que en una prueba mundial ganes a 200 tiradores y vas a unos Juegos que van 40 tiradores y lo haces bien». Se dedicó a buscar al mejor preparador que había en España , Diego Gutiérrez.

¿Cómo lo trabajaron?
Empezamos a trabajar en mis fallos. El mayor de ellos es que en Juegos Olímpicos, yo no era Alberto Fernández. Me tensaba. Me estresaba. Soy una persona que siempre estoy riéndome mucho divirtiéndome en las tiradas, pero en Juegos Olímpicos... (suspira)...quería agarrar el resultado y las medallas. Diego me dio herramientas para estar más feliz y en paz conmigo mismo. Incluso se puede ver en la final de Tokio. Me lo estaba pasando bien, estaba disfrutando de la competición. En Pekín 2008, no hablaba con nadie, estaba apagado, serio, dubitativo. El cambio lo noto cuando en Tokio puedo reírme, puedo hablar con los médicos, los deportistas... he necesitado tres Juegos para decir que necesitaba ayuda.

De ahí, transmitir tu experiencia en este libro...Todo lo que he vivido, lo hemos transmitido con el corazón en ese libro. Las medallas de oro no te hacen ser feliz porque yo ya soy un hombre feliz. Si no la gano, voy a ser igual de feliz porque se trata de estar en paz con uno mismo y conocer y disfrutar de la gente que te cruzas en el camino. Es un libro para todo el deporte. 

¿Cuándo surge la idea de escribirlo?
Lo pensamos después de Juegos de Río 2016, pero hasta que nos confinaron, no quisimos comenzar. Cada uno en su casa empezó a escribir su parte e íbamos hilando cosas. Me gusta mucho la idea de haberlo escrito, de presentarlo en el COE el próximo 4 de noviembre a las 12:00 y estaremos arropados por Saúl Craviotto, Ona Carbonell, Ray Zapata, Alberto Ginés....espero que nos acompañen muchas personas en esta andadura.
Y el 5 de noviembre en Alfaz del Pí... concierto de los Geiperman.