El partido entre Atlético y Brujas llegaba precedido por un debate eterno durante los últimos años del conjunto rojiblanco: ¿jugaría Joao Felix en uno de los partidos más trascendentales del equipo? 

Finalmente, y como era de esperar, Simeone alineó de inicio a Griezmann y sentó en el banquillo al portugués, el fichaje más caro de la historia del Atlético (127 millones). 

Enrique Cerezo, sobre el whatsapp de Luis Rubiales: "Pues igual que te mandan películas eróticas..."

El equipo rojiblanco empezó bien, creando ocasiones y rozando el tanto en clarísimas ocasiones durante la primera mitad, pero fallaba la puntería y, con el 0-0 en el marcador, Simeone comenzó a mover el banquillo que, casi en su totalidad, comenzó a calentar, Joao incluido.

Y así, fueron saltando al campo, De Paul, Cunha, Morata, Carrasco y Witsel. Este último cambio, a falta de quince minutos para el final del choque, fue el más llamativo pues un defensa/centrocampista saltaba al campo en busca del gol mientras en el banquillo se quedaba un jugador mucho más ofensivo para conseguirlo.

El gesto de Joao Félix al ver que no jugaría fue de película. Marchó cabizbajo hacia su banquillo, tiró la botella de agua al suelo y su peto, mientras se escondía en su butaca para ver el resto del partido. No es la primera vez que algo así sucede y la relación entre Simeone y la estrella del equipo siempre ha pasado sus luces y sombras. ¿Qué pasará ahora?