La mayor liga de baloncesto del mundo, la NBA, ha castigado con la mayor dureza que permite la normativa al propietario de los Phoenix Suns, Robert Sarver, al que Adam Silver, comisionado de la competición, ha considerado culpable de comportamientos no permitidos.

Un año de suspensión de sus funciones y la máxima multa, diez millones de dólares, tendrá que afrontar el empresario, que además de gestionar a los Suns, es el propietario de las Mercury (conjunto de la WNBA, la liga de baloncesto femenino estadounidense) y del Real Mallorca de fútbol.

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La NBA ha tomado esta decisión tras completar una investigación llevada a cabo a raíz de una publicación de la cadena Espn en noviembre de 2021. La conclusión a la que ha llegado el organismo es que se ha demostrado que Sarver "claramente ha violado los estándares comunes de trabajo y las normas de la liga con un uso insensible y racializado del lenguaje, el tratamiento desigual a las mujeres empleadas, comentarios y conductas sexuales y el acoso, en ocasiones como bullying, sobre los trabajadores", reza el comunicado.

Durante el periodo de un año en el que estará en vigor la sanción, Sarver no podrá pisar ningún pabellón de la NBA o de la WNBA, y tampoco cualquier instalación relacionada con la competición, como oficinas o campos de entrenamiento. A esto se añade la prohibición de representar a sus equipos tanto en público como en privado, o de implicarse en gestiones de los equipos o la liga.