La aplastante derrota del Sevilla ante el Manchester City en su primera prueba europea del curso ha levantado muchas ampollas en el sevillismo, que busca ahora responsables de un inicio de temporada para el olvido. Los tres nombres más sonados son el de Monchi, por su planificación de la plantilla, el de Pepe Castro, por su gestión del proyecto, y el de Julen Lopetegui, por la mala evolución que arrastra el equipo desde la segunda mitad de la pasada temporada, por lo que podría ser destituido como entrenador de la entidad hispalense en los próximos días.

El partido de Champions de este martes ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia. Es cierto que las bajas no permitieron alinear el mejor once, y que enfrente estaba uno de los máximos candidatos a alzarse con la ‘Orejona’ esta temporada, pero la acumulación de malas actuaciones y un cuarto gol de un City a ralentí incendiaron a la grada del Sánchez-Pizjuán.

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El primero de los responsables que puede sufrir las consecuencias de esta crisis en el seno del sevillismo es el director de la orquesta, cuya salida puede darse en cuestión de días. Y es que a Lopetegui no solo se le señala por la mala racha de este año, sino también por el turbulento final de una pasada campaña en la que pasó de aspirante al título de Liga a sufrir por entrar en la zona Champions. A lo que se suman los fracasos en la Copa y en Europa.

El segundo nombre sería el de Monchi, pues el encargado de confeccionar la plantilla no ha tenido uno de sus mejores mercados. El balance económico (de 53 millones más en las arcas) ha sido el único punto a favor de su planificación. En los contras, las salidas de Koundé, Ocampos y Diego Carlos, ‘cromos’ clave durante la pasada campaña.

Por último, el máximo responsable del club, Pepe Castro, que acabó abucheado por un público entre el que se encontraba, como un agitador de masas, Jose María Del Nido. Ya hay nubes negras sobre el Pizjuán, y todo apunta a que pronto traerán tormenta.