No hay nada más peligroso para la paz de un equipo de Fórmula 1 que dos pilotos competitivos que luchen por victorias. Hay infinidad de ejemplos, desde las legendarias e igualadas enemistades entre Ayrton Senna y Alain Prost o Fernando Alonso y Lewis Hamilton, pasando por batallas muy descompensadas como las de Sebastian Vettel y Mark Webber o el propio Hamilton con Valtteri Bottas que acabaron con uno de los dos defenestrados y fuera del equipo.

En Ferrari hasta el momento no han tenido mucho problema ahí. Ya en tiempos de Michael Schumacher quedó muy claro que, al menos extraoficialmente, establecer un primer y un segundo piloto es más efectivo a la hora de establecer estrategias, maximizar recursos y buscar, en definitiva, el camino más rápido para conseguir el título. El problema viene cuando ese estatus no queda bien establecido.

"Stop inventing": la radio de Carlos Sainz para ganar en Silverstone abre la caja de los truenos en Ferrari

Ser el escudero no es del gusto de ningún piloto. Bottas es el último que lo sufrió en los recientes años dorados de Hamilton, y muy recordada fue aquel "no está mal para un piloto número 2" que soltó por radio un Webber desencadenado en el GP de Gran Bretaña de 2010 ante el claro favoritismo de Red Bull hacia Vettel. Tanto el finlandés como el australiano lo eran, aunque fuera a desgana, y sus resultados así lo reafirmaban.

Hasta el momento en este 2022, pasaba lo mismo con Sainz. Detrás de Leclerc de manera constante, el monegasco era (y es, de momento) matemáticamente el líder del equipo Ferrari, después de dos victorias en las tres primeras carreras. A Sainz se le estaba poniendo cara de Barrichello, y las críticas arreciaron... hasta el GP de Miami. El 8 de mayo, fecha en la que se disputó la quinta carrrera de la temporada, es el último día en el que Leclerc acabó por delante de Sainz. Desde entonces, poco a poco, el español ha sacado las uñas y le ha ido recortando tiempo.

"Stop inventing": aquí estoy yo

Si hay un momento clave que se recordará durante los próximos meses (años, posiblemente) de la carrera de Silverstone es el grito que pegó Sainz por la radio cuando le ordenaron que sacara el escudo para proteger a Leclerc. El "Stop inventing" que ya es historia de la Fórmula 1 dejó muy claro que no va a aceptar sin mirar los mandatos que le den, máxime cuando la estrategia puede ser (como, en este caso, era) errónea a todas vistas.

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Aunque Leclerc ha acabado aceptando (a regañadientes) que la estrategia que empleó Ferrari tenía su punto de lógica en ese momento (aunque fuera tras una lectura evidentemente errónea), no puede volver a fallar. 

Sainz llegará al GP de Austria de este fin de semana, que además es con formato 'sprint', a solo 11 puntos del monegasco. Sin contar con los que se repartirán el sábado en la carrera corta, al madrileño le vale con un podio y que Leclerc no puntúe para adelantarle en el campeonato. En ese momento, Ferrari deberá responder a la madre de todas las preguntas: ¿quién es el primer piloto de Ferrari?

Sainz, sin duda, está preparado para dar guerra.