Ganar un Mundial. Esa es la obsesión de Leo Messi, que a punto de cumplir los 35 años sabe que este otoño tendrá seguramente la última oportunidad de añadir a su extraordinario palmarés la única gran competición que le falta. Messi ya es una leyenda del fútbol, de eso no hay ninguna duda, pero el Mundial sigue siendo una mancha en su expediente –especialmente en un país como Argentina– y Leo quiere remediarlo.

Después de una primera temporada más discreta de lo esperado en el PSG, sobre todo en la faceta goleadora (11 tantos frente a los más de 40 que promedió en sus últimas campañas en el Barça), Leo ha demostrado con Argentina que no ha perdido su olfato goleador. Buena prueba de ello son los cinco goles que marcó el domingo en un amistoso contra Estonia (5-0), algo que nunca había logrado con la albiceleste. Tan solo había marcado cinco goles en un partido, ante el Bayer Leverkusen, en la Champions y con la camiseta del Barça.

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Con los cinco a Estonia, el delantero del PSG ya suma 86 tantos con Argentina en un total de 163 partidos disputados. Además, sus números con el seleccionador Lionel Scaloni son asombrosos y confirman que Messi rejuvenece cuando se pone la camiseta de su país. Leo es el cuarto jugador que ha disputado más encuentros con Scaloni (32), igualado con Gio Lo Celso, y a siete de Leandro Paredes y Rodrigo de Paul y a tres de Lautaro Martínez.

Además es el máximo artillero de la era Scaloni, con 21 tantos, dos más que Lautaro Martínez. Muy lejos quedan Ángel di María (4), el Kun Agüero (3), Nicolás González (3) y Leandro Paredes (3).

Pero el liderazgo de Messi está contagiando a todos sus compañeros, pues la Argentina de Scaloni lleva 33 partidos consecutivos sin perder. No cae desde el 2-0 que sufrió ante Brasil el 2 de julio de 2019. En este periodo, Argentina ha logrado la Copa América y la Finalissima, el trofeo que ganó hace apenas una semana ante Italia (0-3), en Wembley, y en el que Messi fue elegido mejor jugador del partido.

Este lunes, Leo aterrizó en su ciudad natal de Rosario para disfrutar de unas vacaciones y recargar las pilas para la próxima temporada en la que el Mundial de Qatar será, con seguridad, su gran objetivo. La confianza es máxima, tanto a nivel personal como entre sus compañeros de selección.