La noche perfecta del Real Madrid: la decadencia de Messi, el éxtasis de la afición, el jeque desquiciado...

Leo Messi, tras la eliminación del PSG a manos del Real Madrid.
Leo Messi, tras la eliminación del PSG a manos del Real Madrid.
EFE
Leo Messi, tras la eliminación del PSG a manos del Real Madrid.

Todo lo que pudo salir bien, salió bien este miércoles para el Real Madrid, que firmó un partido para la historia en su competición fetiche, la Champions. Fue una noche en la que el guion fue absolutamente perfecto para el club madridista, en la que todos los elementos cuadraron para dejar una jornada que estará en el recuerdo de todos los aficionados blancos para siempre.

Karim Benzema, leyenda.

Los tiempos en los que el jugador galo era discutido parecen parte de la prehistoria ya, pero por si había alguna duda de su condición de leyenda, el partido ante e lPSG le mete de lleno en ella. Tres goles para clasificar al Real Madrid en una noche histórica en la que el galo fue el gran protagonista. Además, con su hat-trick superó como goleador con la camiseta blanca a, nada más y nada menos, que Alfredo Di Stéfano.

Luka Modric, eterno

36 años, camino de los 37, le contemplan. Cada temporada parece que va a ser la última, pero al nivel en el que está, jubilarle parece una locura. Pero lo del partido del miércoles, estuvo en otra dimensión. En el minuto 75, le ganó una carrera a Messi para cortar una peligrosa contra; poco después, arrancó con el balón dejando a varios rivales atrás como si fuera un enérgico chaval; y a continuación, dejó dos pases para el recuerdo, el segundo para que Benzema marcara el segundo gol. Su celebración postpartido deja claro que tiene aún la ilusión de un niño, por lo que mientras el físico se lo permita, seguirá siendo una referencia para el Madrid y para el madridismo, que le idolatra.

Mbappé: adiós dudas.

Probablemente, el galo ya estuviera seguro de que su futuro era vestir de blanco. Pero por si había alguna duda, la noche que vivió en el Bernabéu las disipa todas. Fue de nuevo el mejor jugador de su equipo, marcando un gol y viendo como se le anulaban dos, el segundo de ellos en una jugada en la que es imposible no pensar en Ronaldo Nazario. Y entonces, vivió la magia del Bernabéu, cómo se viven las noches europeas del conjunto madridista, supo lo que vale el peso de la historia. Da igual cuántos millones le ponga el jeque cataría del PSG, su futuro es blanco. «Momento difícil. La Champions League era nuestro objetivo, pero fracasamos», puso ayer en redes el delantero galo.

Leo Messi, desconocido

 Sin energía, ni chispa, ni aparentemente ganas de reivindicar su figura, parece que en París hubiera perdido su pasión por el fútbol. El Bernabéu observó en directo la decadencia del que otrora fuera el mejor jugador del mundo y ahora es una sombra de lo que fue. Las críticas de la prensa francesa han sido durísimas con el argentino.

Una afición entregada

La comunión entre el Santiago Bernabéu y su equipo fue total. Desde las horas previas, los alrededores del estadio vivieron una fiesta como la de las noches especiales. Y durante el choque, la hinchada no paró de animar en ningún momento, jamás perdió la fe en la remontada. Los goles de Benzema llevaron a la afición a un éxtasis absoluto en una de las mejores noches de la historia del club.

Imagen icónica

La celebración del tercer gol dejó una estampa que pasa a formar parte de la historia del club. En pleno delirio por la consumación de la remontada, los jugadores se acercaron a celebrar el tanto con la afición. En medio, había unos guardias sentados que se apartaron y dejaron una silla libre. David Alaba, fuera de sí, la agarró y lo celebró extasiado levantándola en alto. Después, Eder Militao repitió la escena. Ya hay camisetas con la foto del austriaco a la venta.

Vergonzosa actitud del jeque

 La UEFA le ha abierto hoy un expediente a Nasser Al-Khelaifi por su intolerable comportamiento tras el partido. El jeque, dueño del PSG, intentó entrar al vestuario de los árbitros y rompió el banderín de un asistente, según reflejó el acta arbitral. Perdió totalmente los papeles por una decisión del colegiado, a su juicio, equivocada: reclamaba una falta de Benzema a Donnaruma en la jugada del primer gol madridista. Al-Khelaifi llegó dando golpes y gritos y en busca del árbitro en una trifulca en la que también estuvo involucrado Leonardo y en la que también increparon a un empleado del RealMadrid, que estaba grabando por esa zona para el club.

El futuro: Camavinga

Lejos del protagonismo de Benzema o Modric, pero el madridismo sabe que tiene un diamante en bruto en Eduardo Camavinga. Con solo 17 años, demostró una personalidad a la altura de los elegidos. No fue titular por la recuperación de Toni Kroos, pero su entrada –junto a Rodrygo– en el minuto 57 cambió radicalmente el partido. Se echó al equipo a sus espaldas, pasando por encima de los centrocampistas del PSG e hizo que el equipo blanco diera un paso adelante para acorralar a su rival y acabar remontando la eliminatoria. El futuro es de Camavinga.

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