El Barça dio una exhibición en el Estadio Diego Armando Maradona y demostró que pese a que la Europa League se le queda pequeña, va a por todas a por el título. El Nápoles sufrió un auténtico vendaval del conjunto azulgrana, que mostró su mejor versión, esta vez acompañada por una gran efectividad arriba para sellar su billete para los octavos (2-4).

Los fichajes han dado un plus a este Barcelona, eso es algo innegable, y de nuevo brilló con luz propia Adama Traoré. Una falta más sacada por los italianos provocó un veloz contragolpe que el extremo condujo desde el carril central para habilitar a Jordi Alba, extrañamente solo arriba y por la derecha. El lateral, pese a no estar en su posición natural, definió a la perfección con la pierna derecha para abrir el marcador.

El Nápoles fue ambicioso, pero sus desajustes atrás fueron constantes. Un balón largo de Ter Stegen fue mal despejado por la zaga loca, Ferran cedió con clase a De Jong y el centrocampista se reivindicó con un golazo. Conducción con mucho estilo y disparo desde la frontal con rosca ante la estatua de Meret.

Cada vez que llegaba, el Barça creaba peligro. Un disparo de Aubameyang se fue alto, otra ocasión que llegó de la intensa y eficaz presión del Barça, que no dejaba respirar a los napolitanos.

Todo parecía ir perfecto, pero entonces un error de Ter Stegen abrió la eliminatoria. El meta alemán salió a destiempo y derribó al borde del área, en uno de los laterales, a Osimhen cuando no había necesidad. Penalti claro que Lorenzo Insigne no desperdició. Un gol de los italianos forzaba entonces la prórroga.

Al Barça no le afectó en absoluto lo sucedido, y siguió presionando a su rival y llegando con claridad. Un defensa evitó el gol de Ferran y Auba falló un cabezazo solo en el área pequeña con todo a favor tras un saque de esquina.

El resultado no hacía justicia a lo visto, y Gerard Piqué se encargó de poner las cosas en su sitio. En otro córner, el central demostró su espíritu de delantero con un tanto de cazagoles. Recortó en el área y cruzó al palo largo para poner más distancia.

Tras el descanso, no se conformó el Barça, que buscó cerrar la eliminatoria lo antes posible. Y lo acabó haciendo antes de la hora de juego en la enésima jugada de Adama por la derecha que culminó, con un latigazo a la escuadra, Pierre-Emerick Aubameyang.

La tensión bajo en el choque, con la eliminatoria ya sentenciada, y las ocasiones llegaron en ambas áreas. Auba pudo hacer el quinto, pero no tuvo suerte, y el Nápoles rozó el gol por medio de Insigne, con un gol anulado, y Oshimen. Su insistencia tuvo premio con el gol en el minuto 87 precisamente de Insigne, aunque ya no sirvió más que para maquillar el marcador. El Barça pasa a octavos de final y quiere la Europa League.