El Barcelona logró una victoria de las que saben a mucho más tras abusar de un Valencia a la deriva. El conjunto culé demostró toda la efectividad que le faltó ante el Nápoles, y el 1-4 sabe a reafirmación de un proyecto y una idea. Todo lo contrario que para los de José Bordalás, que no ganan en Liga desde diciembre y se confirman como el segundo equipo más goleado de Primera, empatado con Alavés: han recibido 42 tantos en contra. Solo les supera el Levante, el colista, con 50. 

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El Barcelona mostró una efectividad letal desde el primer momento. Tras unos minutos de tanteo, Aubameyang adelantó al conjunto culé con una gran acción personal culminada con un disparo a la escuadra que, además, supuso su estreno goleador con la elástica blaugrana. 

El Valencia intentó no perderle la cara al partido, pero no tuvo su día. Un centro-chut de Gayà que sorprendió a Ter Stegen fue anulado por fuera de juego, y casi en la siguiente jugada una combinación sufrió de nuevo la potencia arriba de los blaugrana. De Jong fue el que dio el último toque que supuso el 0-2.

Casi sin tiempo de reacción, el Valencia recibió el tercero: Gavi puso un gran pase al corazón del área y Aubameyang solo tuvo que empujarla. Tercer disparo a portería de los culés, tres goles de los que dos fueron del internacional gabonés.

Tan bien le salieron las cosas a los azulgrana, que hasta las decisiones arbitrales jugaron a su favor. Carlos Soler marcó gol tras empalmar un balón repelido por Ter Stegen, pero desde la sala VOR avisaron a Del Cerro Grande: al inicio de la jugada, Gayà había salido con el balón fuera del campo. Tras revisarlo, anuló el tanto al considerar que era parte de la misma sucesión que acabó en el 1-3.

Con los ché muy enfadados por lo ocurrido en la primera parte, arrancó la segunda con una gran parada de Mamardashvili al primer disparo a portería del Barça (obra de Gavi en este caso) que no fue gol. Tampoco fue penalti el pisotón de Diakhaby a Aubameyang, previa revisión en el VAR, pero tanto insistió el Valencia que un centro de Bryan Gil acabó en las botas de Carlos Soler. Esta vez el gran disparo del ché sí fue dado gol.

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Los de Bordalás jugaron sus mejores minutos e incluso parecía que iban a meterse en el partido con el 1-3. Xavi decidió mover sus fichas e hizo entrar a Pedri al campo. Fue clave: prácticamente su primer balón fue un disparo desde la frontal que acabó en las mallas. Mamardashvili pudo hacer más.

La goleada culé confirmó que el sistema funciona si la puntería es la óptima (lo que faltó ante el Nápoles) y que por algo el Valencia es el segundo equipo más goleado de Primera, empatado con el Alavés y solo con el Levante con más tantos recibidos. Xavi pidió bajar dos marchas el ritmo, lo que dio alas a los ché, que se acercaron más al área de un Ter Stegen que tuvo que esforzarse más. Araújo, clave en el centro de la zaga.

Con este resultado, el Barcelona se afianza en la cuarta posición y espera haber encontrado de nuevo la senda ascendente.