El partido entre Sevilla y Barça terminó con el ambiente muy caliente, con ambos equipos sabedores de la necesidad de llevarse los tres puntos, los primeros para acercarse al liderato y los segundos para meterse en puestos Champions. Dos escenarios que normalmente suelen ser al revés y que terminaron ejerciendo una presión extra sobre los jugadores.

Los choques con segundas iban siendo cada vez más frecuentes y el público y la lluvia encendían aún más el partido... hasta que este terminó explotando. Concretamente, fue Koundé el que perdió los papeles superada la hora de partido con una agresión que le costó la roja.

No dudó el colegiado del encuentro al ver el balonazo que le propinó el defensa francés a Jordi Alba, después de dos choques entre ambos, propios de un partido caliente. El lateral, aprovechando el cruce de cables de su rival, tampoco ayudó para que este permaneciese en el encuentro. 

Pese a que la acción es de roja directa, como indicó el árbitro, en la repetición se puede apreciar como el balón no impacta de lleno en la cara del azulgrana, sino que golpea en el hombro (y en parte del rostro). Sin embargo, Alba aprovechó para exagerar algo más la acción y eliminar cualquier duda que pudiera haber ppr la expulsión.