El Liverpool derrota a un Atlético de Madrid que lo da todo con diez

Salah celebra tras marcar desde el punto de penalti en la victoria ante el Atlético de Madrid.
Salah celebra tras marcar un penalti en la victoria ante el Atlético de Madrid.
EFE
Salah celebra tras marcar desde el punto de penalti en la victoria ante el Atlético de Madrid.

El Liverpool se llevó la victoria en el Wanda Metropolitano (2-3) en un partido en el que el Atlético de Madrid no mereció perder por méritos deportivos y en el que luchó hasta el pitido final jugando casi toda la segunda parte con un jugador menos. Griezmann pasó de héroe a villano al ver la roja directa y marcharse al vestuario antes de tiempo.

Adelantó Milner al Liverpool en el minuto 8 de partido tras asistencia de un Salah muy activo y en un momento de forma espectacular. Pero no duró mucho el 0-1 en el electrónico, ya que Keïta amplió la ventaja en el 13’. Sin embargo la felicidad no se alargó en exceso para los ingleses.

El Atlético de Madrid se negó a tirar el partido y Antoine Griezmann recortó distancias en el minuto 20 a pase de Koke. Una diana que tuvo que pasar bajo la atenta mirada de un VAR que finalmente dio por bueno el tanto del francés, que empieza a recuperar el olfato de gol que en ocasiones se le cuestiona. Simeone y la grada respiraron y celebraron por partes iguales.

Los rojiblancos se vinieron arriba y buscaron el empate, con Griezmann poniendo a prueba a Alisson en el 27’. El portero del Liverpool respondió ante el uno contra uno, aunque el disparo tampoco es que le pusiera en muchos apuros. Todo lo contrario que en el 34’, cuando el francés marcó su segundo gol y devolvió el empate a un marcador que indicó ‘partido nuevo’. Fue entonces cuando se cambiaron las tornas y el portero del Liverpool tuvo que sacar lo mejor de sí mismo en acciones como las de João Félix o Lemar antes del descanso.

El Atlético de Madrid volvió del intermedio con ganas de dar la vuelta al partido y se hizo con el control del choque. Sin embargo todo se rompió en el momento que Griezmann vio la roja directa tras golpear con los tacos en la cara de un rival. El árbitro interpretó intencionalidad en la acción y por lo tanto la castigó como agresión, mandando al goleador rojiblanco al vestuario, dejando a los de Simeone huérfanos de gol.

Los de Simeone no se escondieron y buscaron el gol. Una tendencia que se rompió por completo en el momento que un despropósito defensivo mandó todo el trabajo por tierra con un penalti en contra en el 77’. Salah hizo pagar al Atlético el error de Hermoso y marcó el 2-3.

Momentos después del tanto de Salah, el colegiado pitó penalti en el área del Liverpool por un piscinazo de Jiménez que acabó anulando el VAR. Un jarro de agua fría para un Atlético de Madrid que se lo dejó todo en un partido en el que acabó naufragando pese a controlar el choque con diez sobre el césped y tener el empate en las botas de Correa en el descuento.

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