Los recientes informes sobre el estado del Camp Nou siguen dando qué hablar. En los últimos días han trascendido informaciones que aseguran que el Barcelona permitió aficionados en su estadio cuando este no cumplía ciertos criterios de seguridad, exponiendo al público a posibles desprendimientos de materiales que ponían en riesgo su integridad física.
Del mismo modo, otro informe también señaló que el estadio tampoco cumplía medidas de higiene debido a los numerosos excrementos de paloma en el estadio. Todo esto, durante los 21 encuentros previos a la pandemia, desde 2019 hasta principios de 2020, incluyendo partidos importantes y hasta un Clásico.
Sin embargo, una reciente publicación de El Triangle asegura que el estadio cumplía con todas las certificaciones de seguridad y sanidad para poder albergar público. Pese al informe que ha destapado las presuntas deficiencias del Camp Nou, tanto el cuerpo de bomberos como el ayuntamiento de Barcelona había autorizado la presencia de público en el recinto.
Sea como fuere, en ningún caso las autoridades indicaron que hubiese un peligro para los aficionados ni que estos pudiesen acudir al estadio, de acuerdo a los estudios llevados a cabo, según el citado medio.
El que fuera vicepresidente del club por aquel entonces, Jordi Moix, remarcó que "en ningún momento los socios han estado en un riesgo de sufrir algún daño", en MD, y que el informe no indica que hubiese que cerrar una parte del estadio, en otra entrevista con Goal.
"Se ha destacado que esas patologías eran de resolución urgente, pero en ningún caso se indica en el informe que se deba clausurar un espacio porque había un riesgo. Si hubiese habido una prescripción en ese sentido se hubiera actuado de inmediato", explicó.
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