El Atlético recupera el paso a una semana del derbi con una victoria balsámica en Villarreal

Saúl Ñíguez y Juan Foyth, durante el Villarreal - Atlético
Saúl Ñíguez y Juan Foyth, durante el Villarreal - Atlético
EFE
Saúl Ñíguez y Juan Foyth, durante el Villarreal - Atlético

Golpeado por el Chelsea y acechado por el Real Madrid en Liga, el Atlético de Madrid se repuso con una victoria por 0-2 para dar calma y sostener el liderato a una semana del derbi con los merengues.

Los colchoneros, que no vencían allí desde el 0-1 de 2015, con un gol de Fernando Torres, mantienen la maldición de Unai Emery frente a Simeone, al que nunca le ha podido ganar. Además, el Atlético fue capaz de dejar la portería a cero ocho partidos después.

Con un ritmo denso y pocas ocasiones (sólo hubo tres tiros entre los tres palos entre los dos equipos), no fue hasta la media hora cuando se adelantó el Atlético de Madrid, aunque no sin suspense. Balón al área que cabeceó Savic al filo del fuera de juego, que Asenjo sacó sobre la línea en primera instancia y cuyo rebote dio en Pedraza. Aunque el gol parecía claro de inicio, el VAR estuvo varios minutos revisando.

No fue la única irrupción del videoarbitraje en este encuentro, ya que la primera mitad acabó con De Burgos Bengoetxea revisando en la pantalla si un manotazo de Lemar sobre Capoue era agresión o no. Pese a que el jugador del Villarreal se fue notablemente tocado, desde el VAR consideraron que fue involuntaria y se resolvió con amarilla.

La segunda mitad arrancó con mucho más ritmo. Primero el Atlético asedió a Asenjo, que tuvo que lucirse para evitar en primera instancia el 0-2, y después fue Gerard López el que retó a Oblak. Pero fue la calidad de Joao Félix se impuso para hacer el 0-2. Pau Torres cabeceó muy mal un balón para despejar y se lo dejó expédito para que el portugués rematase de volea el segundo tanto del encuentro. La celebración del luso, que había empezado como suplente, fue seria y mandando callar a alguien de los banquillos, bien del Atlético bien del Villarreal.

Simeone sacó del campo a Luis Suárez (si hubiera visto amarilla, se habría perdido el derbi ante el Real Madrid), y mandó replegar, lo que permitió que el Villarreal se hiciera con el balón. Eso propició las mejores ocasiones de los castellonenses, especialmente con dos disparos de Baena, uno al palo y otro que despejó Oblak.

 
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