El Comité Técnico de Árbitros quiso facilitar la vida de sus colegiados tras la actualización del reglamento en la entrada de la temporada 2017/2018, para ayudarles en una de las decisiones más complicadas que se pueden dar en un partido: expulsar a un jugador.

La polémica expulsión de Freuler en el Atalanta - Real Madrid: ¿fue merecedora de tarjeta roja directa?

Un árbitro puede sancionar con tarjeta roja a un futbolista pese a que la falta que este haga no sea excesivamente agresiva, cuando esté cortando una ocasión manifiesta de gol. Sin embargo, este término puede considerarse ambiguo e interpretable, por lo que se buscó dar herramientas a los directores del partido para facilitar esta decisión.

Así se creó la conocida como zona DOGSO (Denying an Obvius Goal Scoring Opportunity), un sector del terreno de juego delimitado -de manera imaginaria- en el que si se comete una falta en lo que se considera una ocasión clara de gol, como puede ser un 1 contra 1 en el que el defensa es el último obstáculo entre la portería y el futbolista, el infractor ha de ser expulsado.

Esta zona imaginaria une los picos del área pequeña con los del área grande y desde esta hasta el círculo central, trazando desde cada esquina dos líneas paralelas hasta prácticamente el centro del campo.