Neymar vuelve a ser noticia por motivos extradeportivos, a la par que polémicos. Aprovechando el parón del fútbol francés con motivo de las Navidades, el jugador del PSG organiza una fiesta multitudinaria, con 500 invitados y de cinco días de duración.

El país entero carga contra Neymar después de la información de Ancelmo Gois, periodista de O Globo, que fue quien hizo saltar la libre de la última fechoría del jugador. Una fiesta en la mansión del miembro del PSG, a la que sólo se puede acceder por invitación, que comenzó el 26 de diciembre y se extenderá hasta Año Nuevo. Una noticia que no ha hecho especial gracia al encontrarnos en plena pandemia mundial y ser Brasil uno de los países con peor índice de contagios (7.320.020 casos confirmados) y muertes por Covid-19.

El evento tendrá lugar en una discoteca subterránea que Neymar mandó construir en la finca donde está el inmueble, en la que se podrá aislar a todos los invitados asistentes. Estos podrán disfrutar de varias barras de bar, escenario para el DJ, pista de baile, salón de juegos y habitación de videojuegos.

Tampoco se ha escatimado en medidas de seguridad, entre las que está la prohibición del uso de teléfonos móviles durante la fiesta. Con esto se pretende evitar la filtración de imágenes del evento y sus asistentes. Obviamente no ha trascendido la lista de invitados, entre los que se presupone la presencia de celebridades de carácter mundial.