Tras las ‘finales’ de los ocho días de infarto del Real Madrid llegó la realidad, un partido del día a día, precisamente los que más le cuesta a este equipo que parece seleccionar los momentos en los que juega bien. 

Ante un Athletic que estuvo 80 minutos con diez, rozó la tragedia, pero dos goles de Benzema y un Courtois salvador le dieron una apurada victoria a los de Zidane.

El choque quedó marcado en el minuto 13. Tras un inicio igualado y con una ocasión para Benzema y otra para Iñaki Williams, la segunda amarilla a Raúl García por dos duras faltas a Kroos mandaron al navarro a los vestuarios y dejaron al Athletic con diez.

El partido pasaba a ser total y absolutamente del Madrid, pero sin chispa, sin crear peligro real. Solo una clara ocasión de Vinícius, quizás en fuera de juego, ante la que se lució Unai Simón creo verdadero peligro con los bilbaínos defendiendo bien y ordenados.

El partido se encaminaba empatado al descanso cuando una trallazo de Kroos lo desatascó. El alemán no usó su habitual rosca sino que optó por pegarle seco, duro y raso para hacer un gran gol.

Tras el descanso, una de las habituales relajaciones blancas. Se vio el Madrid arriba en el marcador y ante diez, sonaba a partido plácido, pero su exceso de confianza lo pagó caro en una combinación entre Capa y De Marcos que el primero convirtió en gol a la segunda tras coger el rechace de la parada de Courtois.

El Madrid se lanzó a la desesperada, pero sin ideas, abusando del pase horizontal y el centro lateral. Zidane movió el banquillo, tirando de Isco y Asensio, pero el partido lo resolvió uno de los enésimos centros desde la banda. Carvajal conectó con Benzema, que remató muy bien de cabeza para hacer el segundo.

Quince minutos quedaban y el Athletic se lanzó al ataque valiente. Varios córners y muchas llegadas hasta que en el descuento Villalibre se plantó solo ante Courtois y el belga sacó una mano prodigiosa. En la contra, Benzema sentenció y cerró tres puntos sin brillantez pero que valen oro.