Michael Schumacher ostenta, al menos hasta este domingo, el récord de victorias en el Gran Premio de Italia. El legendario 'kaiser' logró cinco victorias en Monza, empatado con un Lewis Hamilton que le va a ir quitando todos los registros que le quedan de manera inexorable. Las cinco veces que se subió al podio fue defendiendo los colores de Ferrari, lo que da un extra de emotividad a la celebración al ser el hogar de los tifosi. 

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En el mismo escenario, en la carrera de F2 que da cobertura al GP de Italia de Fórmula 1, su hijo Mick Schumacher le ha dado una alegría a los hombres del Cavallino Rampante, posiblemente la única (con permiso del 3º de Sainz, su futuro piloto) que puedan obtener de este fin de semana. El mayor de los vástagos del heptacampeón logró su primera victoria del año en el trazado italiano, tras culminar una memorable remontada desde la séptima posición.

Mick, piloto del equipo Prema y miembro de la Ferrari Drivers Academy, no tuvo una carrera fácil. Con una gran salida en la que se puso 2º solventó el error de pilotaje (su gran handicap, es muy irregular) que le mandó al muro en la clasificación del viernes, no fue hasta que paso a Callum Illot, otra de las perlas de la categoría de plata, a falta de pocas vueltas cuando se hizo con el liderato, que no soltó hasta el final.

Con este resultado, Schumacher se coloca tercero en la general con 131 puntos, a sólo tres de Robert Swartzman, su compañero, e Illot. La igualdad en la F2 es extrema, todo lo que no tiene la Fórmula 1: diez ganadores distintos en lo que va de temporada.

La imagen de Schumacher padre en un cartelón al lado de la pasarela de acceso por la que su hijo cruzó hasta el podio de Monza encogió el corazón de los presentes, tanto por televisión como en el mismo circuito.