Max Verstappen estaba exultante ya antes de llegar la meta del circuito de Silverstone, a sabiendas de que iba a ganar su primera carrera de la temporada 2020. La estrategia de Red Bull salió a la perfección y propició que el neerlandés estrenara su casillero este año y, de paso, rompiese el dominio absoluto de Mercedes.

Una genialidad de Red Bull le da la victoria a Verstappen y rompe el dominio de Mercedes en 2020

El buen ambiente se dejó ver en un curioso mensaje de radio del piloto a su ingeniero de pista. El italiano Gianpiero Lambiase volvió a escuchar, como el domingo anterior, una curiosa petición, aunque esta vez no era por aburrimiento, sino en una demostración de sentido del espectáculo y del humor: "¿Te has acordado de hidratarte esta vez? En esta carrera habrás sudado mucho, así que no olvides de higienizarte las manos", bromeó Verstappen.

La buena labor de Lambiase es digna de elogio. Él es quien sujeta, como puede, a todo un carácter como Verstappen cuando su exceso de adrenalina le hace pasarse de frenada y agresividad en no pocas actuaciones. Suya es la voz que escucha el piloto cuando le ordena entrar en boxes, quedarse en pista o le avisa de que la situación de sus neumáticos es buena o mala.

Parte de esta victoria es también del ingeniero. Fue él quien advirtió al corredor neerlandés para que entrara a hacer esa segunda parada en boxes clave a la par que Bottas, con la que logró mantener la posición sobre el finlandés y, a la postre, le dio la victoria.