La lucha por la Liga sigue al rojo vivo. El Real Madrid lo pasó mal, muy mal, ante el Valencia pese a lo engañoso del resultado y jugó una desastrosa primera parte que casi paga caro. Sin embargo, en la segunda reaccionó y de la mano de Benzema y del reaparecido Asensio se llevó tres puntos que le mantienen a dos del Barça. 

Los che, por su parte, se fueron enfadados por un doble motivo: haber perdonado tanto cuando tenían a los de Zidane contra las cuerdas y una polémica jugada que dará que hablar durante todo el fin de semana.

Los primeros diez minutos del conjunto blanco fueron ilusionantes, plenos de llegadas. Dos chuts de Toni Kroos y una clara ocasión de Eden Hazard, al que Cillessen le ganó el mano a mano, fueron el bagaje.

No resultó ser más que un espejismo, pues el Valencia se asentó desde entonces en el campo y amenazó cada vez que lograba pasar la presión madridista. En el minuto 14, Rodrigo avisó con un disparo que se estrelló en el palo, el preludio de la polémica de la que se hablará y mucho. En el 20, Carlos Soler centró, Maxi Gómez no tocó el balón y Rodrigo remató al fondo de la red. La jugada tenía miga, pues el delantero uruguayo estaba en fuera de juego y, pese a que no tocó el balón, sí impidió que Varane despejara. El colegiado, tras revisar el VAR, anuló el tanto ante la indignación che y el alivio blanco.

No se encontraba nada cómodo el Real Madrid, con Valverde desubicado en la derecha y Modric y Kroos desaparecidos en el medio, y solo una jugada aislada de Carvajal creó peligro, pero de nuevo Cillessen ganó el duelo.

Mientras, el Valencia seguía a lo suyo, pero ni un potente disparo lejano de Kondogbia ni una ocasión de Ferran, que se durmió, acabaron en gol y al descanso el marcador reflejaba un 0-0 que no hacía justicia a lo visto en el Di Stéfano.

El paso por vestuarios cambió el panorama y el Real Madrid apretó arriba, con resultados casi inmediatos. Una pérdida de balón de Gameiro propició un contragolpe liderado por Hazard, que hizo una buenísima pared con Modric y acabó dejando solo a Benzema, que no perdonó con un disparo ajustado.

El tanto dejó muy tocado al Valencia, que en ningún momento dio la sensación de poder remontar, como si la diferencia fuera abismal y no de un solo gol, como si le pesara en exceso haber perdonado en la primera parte.

Entró Marco Asensio, que volvía tras más de diez meses de ausencia, y su estrella parece no haberse apagado. El primer balón que tocó el balear fue en el área, un centro de Mendy, y su remate se coló en la red valencianista. Fue el regreso soñado de una de las esperanzas blancas.

La fiesta la redondeó Benzema con un golazo de bandera, de nuevo con Asensio como protagonista. El balear cedió al primer toque y el galo enganchó una soberbia volea que se coló por la escuadra.