Los pilotos y los equipos están poniendo a punto su regreso a la competición, con diferentes ensayos. Mientras Mercedes, por ejemplo, usa un monoplaza de 2018 en Silverstone, debido a que ya no podían usar el de este año para hacer un 'filming day', en Ferrari han aprovechado que aún tenían ese comodín al no usarlo en los test para dejar que Charles Leclerc se desentumeciera.

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Y lo ha hecho de una manera muy especial. Ferrari posee el circuito de Fiorano, donde realizan pruebas de sus monoplazas y coches de calle. El proceso habitual es llevar los Fórmula 1 en camiones, bajarlos en el propio trazado que se encuentra prácticamente al lado. Sin embargo, para darle mayor simbolismo al regreso a la acción, este jueves han decidido madrugar y despertar a los habitantes de Maranello de una manera muy especial.

Charles Leclerc ha llevado el Ferrari SF1000 por las calles de la pequeña localidad italiana que es la cuna y sede de la Scuderia. A las 6 de la mañana, para evitar cortar el tráfico y que no hubiera problemas, el monegasco ha hecho retumbar los cristales de las casas bajas del pueblo desde la Via Abetone, la sede, hasta el trazado, donde le esperaba el probador español Marc Gené.

Apenas es kilómetro y medio de distancia, pero los tifosi lo han disfrutado... aunque algo menos que el propio Leclerc.

Una vez en Fiorano, Leclerc ha hecho un pequeño rodaje y una entrevista para los medios oficiales del equipo italiano, dado que el objetivo de esta jornada era más promocional que otra cosa.