Iñaki Williams, en El Hormiguero: "Cuando ves que rebasa la línea de gol, es como un orgasmo"

  • El delantero del Athletic explicó a Pablo Motos, que confesó ser muy malo al fútbol, qué supone marcar un gol.
  • Emocionó a su madre al contar cómo llegaron desde Ghana a Bilbao: "Mis padres son superhéroes".
Iñaki Williams y Pablo Motos, en 'El Hormiguero'
Iñaki Williams y Pablo Motos, en 'El Hormiguero'
Atresmedia
Iñaki Williams y Pablo Motos, en 'El Hormiguero'

Iñaki Williams fue el invitado de El Hormiguero con el que abrió la semana el programa, del que el delantero del Athletic se declaró fan desde siempre.

Empezó explicándole a Pablo Motos cómo se vive un gol, ya que el presentador afirmó ser muy malo jugando al fútbol y no haber marcado nunca. "Son momentos muy ráidos. Cuando te llega el balón, coges aire, te concentras, miras al portero, le miras de reojo y tomas una decisión. Cuando ves que rebasa la línea de gol, es como un orgasmo. Es algo que estás fuera de ti. Miras a la gente y les ves gritando, y tú estás como si fueras Dios", explicó.

Esos momentos de celebración a veces tienen consecuencias, aunque Williams lo entiende como parte del juego. "Cuando vinieron los compañeros a felicitarme por el gol ante el Barça, uno me dio un pisotón y tengo aún el empeine hinchado", confesó. 

Sobre su gol, que supuso la eliminación del conjunto culé, la 'Pantera' se mostró orgulloso. "El Barça es el Barça. Tienen al mejor del mundo, que es Messi. Pero desde pequeño me han inculcado lo que es el Athletic, y lo que supone estar en el primer equipo y representar a todo Bilbao", destacó. Su amor por el Athletic es tal, que ni siquiera si le viniera una oferta del conjunto culé, le diría que no.

"Mi madre es la jefa, si me relajo me da una hostia. Y mi padre sabe dónde soy feliz", destacó sobre sus progenitores, a quienes considera "unos superhéroes". Su madre, ghanesa, le explicó cómo emigraron a España.

"De pequeño me decían que vinieron en avión. Fue muy duro. Mi padre iba descalzo, y mi madre embarazada saltó la valla de Melilla para que tuviéramos una vida mejor", confesó. "Fueron días muy duros, y gracias a que se encontraron con gente buena, pudieron llegar a donde estoy", destacó, mientras su madre se emocionaba por detrás.

Tras confesar que es un gran aficionado a la comida y que cuando sale, siempre que sus compromisos deportivos lo permiten, se toma ron-cola ("primero uno y después uno detrás de otro"), se refirió al incidente racista que sufrió en Cornellá.

"No fue toda la afición del Espanyol", especificó. "Fueron 12-15 impresentables que fueron al campo. Vivimos en una sociedad que debemos educar para que vean que eso está mal. No es por mí, lo que hagan cuatro tontos me da igual. Pero la gente que está en la calle, que vende CDs, que ellos lo sufran es peor. A mi, que soy Iñaki Williams, me da igual. Pero la gente que viene a ganarse el pan sí lo pasa mal", relató.

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