El regreso de Fernando Alonso al óvalo de Indianápolis se ha encontrado con un importante problema. El acuerdo que tenía prácticamente cerrado (que no cerrado del todo) el asturiano con Andretti Autosport, la estructura con la que ya corrió las 500 millas en 2017, se ha encontrado con el veto del motorista, Honda.

Alonso estaba cerca de cerrar su acuerdo con Andretti para volver a las 500 millas de Indianápolis

Según publica RACER, el portal líder de información de automovilismo en Estados Unidos, Honda Performance Development se encontró con la negativa de la central de Tokio para suministrar los propulsores a Andretti en la disputa de la cita del próximo 26 de mayo. Las discusiones entre el equipo que dirige Michael Andretti, hijo del legendario Mario, con el fabricante nipón no han dado ningún resultado.

Esta negativa de Honda no implica necesariamente que la vuelta de Alonso al óvalo más famoso del mundo se haya cerrado, pero sí la complica. Andretti Autosport tendrá que negociar con Chevrolet para que les suministren motores, si quieren mantener a Alonso entre sus pilotos para Indianápolis, o bien optar por dejar al asturiano fuera de su alineación.

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Si deciden esto último, a Alonso se le cierra la principal puerta para Indianápolis. Acaba de dar por finalizado su contrato con McLaren, que este año se ha asociado con Schmidt Peterson para formar Arrow McLaren SP y que sí contará con motores Chevrolet. El desastre de 2019 aún pesa mucho, y de hecho fue uno de los motivos del divorcio con el equipo de Woking, por lo que ahora renegociar con ellos se antoja complicado.

Quedan pocos huecos en los equipos punteros, ya que casi todos tienen ya las alineaciones cerradas y Alonso no es el único piloto a la caza de un asiento. A la espera de cerrar sus participaciones están el español Oriol Servià, mucho más experimentado que el asturiano en este tipo de carreras, James Hinchcliffe, Stefan Wilson o Carlos Muñoz entre otros.