La temporada 2007/2008 es la última en la que un portero del Real Madrid ganó el trofeo Zamora. Nada menos que doce años han pasado ya desde que Iker Casillas ganara el galardón que reconoce al guardameta menos goleado de la Liga, una estadística que deja claro que el conjunto blanco ha tenido durante los últimos años muchos problemas para dejar la portería a cero.

Ni siquiera con entrenadores con fama de defensivos como Mourinho o Benítez logró el conjunto madridista algo que sí está logrando en esta temporada: que su portero sea el menos goleado de la competición doméstica. Transcurridas ya 20 jornadas, algo más de la mitad del campeonato, el Real Madrid es el equipo menos goleado de la Liga con 13 goles, uno menos que el Athletic y el equipo que tiene fama de contar con la mejor zaga del mundo, el Atlético. Muy lejos queda el gran rival por el título, el Barça, que ha encajado 10 tantos más que los merengues.

La mejora defensiva del conjunto madridistas le ha convertido en un equipo fiable que va primero en la Liga y que le ha hecho ganar la Supercopa de España encajando solo un gol (y de penalti en el descuento con todo decidido) ante dos equipos del potencial de Valencia y Atlético.

Zidane, responsable

El técnico blanco ha logrado dotar a su equipo de un gran equilibrio que hace que a los blancos le lleguen poco al área y, como consecuencia, encajen pocos goles. El Real Madrid domina sus partidos y logra que el balón esté lejos del área de Courtois. Además, su apuesta por juntar en muchos partidos a cuatro centrocampistas da un gran equilibrio a los blancos, acostumbrados a dominar el centro del campo en cada partido.

Zidane también ha logrado algo fundamental: el compromiso de sus jugadores. Todos trabajan, todos presionan, todos van a una. Además, jugadores que el año pasado estaban fuera de forma como Marcelo o Isco en este están ofreciendo un buen nivel y se sacrifican en defensa.

Courtois, el muro

Las dudas sobre el inquilino de la meta blanca han desaparecido. La temporada pasada la competencia entre Courtois y Keylor Navas no favoreció a ninguno de los dos y la tensión que se generó impidió que se viera la mejor versión de ambos, pero sobre todo la del belga.

Courtois empezó de nuevo con dudas esta campaña y algunos errores abrieron de nuevo la discusión sobre si debía ser el arquero titular. Sin embargo, sus actuaciones han apagado todas las críticas y el belga no solo está cumpliendo sino que está siendo fundamental en muchas de las victorias blancas. Su figura se agiganta en los uno contra uno y, está ágil y con reflejos bajo palos y su altura da seguridad en el juego aéreo. Para colmo, fue clave en el gol del empate en Mestalla cuando subió a rematar un córner en el tiempo de descuento.

Mendy, una roca

La lesión de Marcelo le abrió las puertas a la titularidad al lateral francés, que se ha destapado como un defensa infranqueable. Imposible de superar en el uno contra uno, nunca le ganan la espalda y su físico imperial le hace ganar casi todos los duelos. No aporta tanto en ataque como Marcelo, pero nunca renuncia a subir sin descuidar sus labores defensivas. Dos jugadores tan diferentes como el brasileño y el galo están demostrando que son compatibles en la plantilla madridista.

Los clásicos

Dani Carvajal, Sergio Ramos y Raphael Varane son indiscutibles desde hace muchísimos años en el once del Real Madrid. Tras una mala temporada pasada de los tres zagueros, en esta están volviendo a su nivel habitual, reduciendo los fallos en defensa y además aportando en ataque. Eder Militao, por su parte, se ha mostrado como un central de lo más fiable saliendo desde el banquillo.