Los hispanos acceden a semifinales tras derrotar a Bielorrusia y lucharán por las medallas en el Europeo de balonmano

  • Los de Jordi Ribera vencieron por 37 - 28 y continúan invictos en el torneo.
Julen Aguinagalde, frente a Bielorrusia.
Julen Aguinagalde, frente a Bielorrusia.
EFE
Julen Aguinagalde, frente a Bielorrusia.

La selección española de balonmano no falló y disputará por quinta ocasión consecutiva las semifinales del Campeonato de Europa, tras sellar este lunes su pase a la lucha por las medallas del Europeo de Suecia, Austria y Noruega al imponerse por 28-37 a Bielorrusia.

Un encuentro que premió la madurez de un conjunto español que no pierde nunca la fe, por muy complicadas que se pongan las cosas, en su estilo y plan de juego, sabedores de que más tarde o más temprano lo rivales acaban sucumbiendo a su propuesta.

Si en ataque los de Jordi Ribera se empeñaron en estrellarse con el portero bielorruso Viachaslau Saldatsenka, en defensa el 6-0 por el que apostó de inicio el equipo español no sirvió para contener al "cañonero" Uladzislau Kulesh.

Precisamente un gol de Kulesh a los seis minutos encendió todas las alarmas en el conjunto español, tras ver como Bielorrusia se colocaba con una más que inquietante ventaja de tres goles (5-2) en el marcador.

Pero si en algo han podido confiar siempre los "Hispanos" en este campeonato es en la portería, con independencia de si el ocupante es Rodrigo Corrales o como ocurrió este lunes Gonzalo Pérez de Vargas.

Y es que el guardameta toledano se encargó de mantener a flote al conjunto español con sus intervenciones en el arranque de la contienda.

Cambio de sistema defensivo para encarrilar el partido

Paradas que dieron tiempo a España a ajustar poco a poco sus mecanismos, hasta acabar de engrasar definitivamente la maquinaria con el paso a una defensa 5-1.

Un cambio que no pudo sentar mejor al conjunto español, que logró revertir la situación con un contundente parcial de 1-5 en los siguientes siete minutos, que permitió a la selección española situarse por primera vez en el partido por delante en el marcador (6-7).

Una renta que fue creciendo a favor de los de Jordi Ribera a medida que los bielorrusos fueron quedándose poco a poco sin fuelle en las piernas.

Sin posibilidad de seguir corriendo a toda velocidad, el equipo bielorruso comenzó, como le ocurrió a todos rivales anteriores, los rigores de la defensa española, que comenzó a cegar a los eslavos todos los caminos al gol.

Gonzalo Pérez de Vargas, clave en la portería

Y donde no llegaron los brazos y piernas de los defensores, siempre apareció la figura de Gonzalo Pérez de Vargas, que con sus paradas propició la escapada definitiva del conjunto español, que a los diez minutos del segundo tiempo ya contaba con una renta de cinco goles (20-25).

Ventaja que se disparó todavía más en el momento en el que Bielorrusia se quedó sin su mejor jugador, el pivote Artsem Karalek, que vio como su "maestro" Julen Aginagalde, compañero de filas en el Kielce polaco, le forzaba a los 43 minutos la tercera exclusión.

Sin posibilidad de contar con Karalek y sin la chispa de la primera mitad acabó definitivamente por hundirse ante una selección española, que al contrario que su rival, fue aumentando cada más y más su intensidad con el paso de los minutos.

Al igual que la ventaja del conjunto español, que ya no dejó de crecer hasta alcanzar los nueve goles de ventaja que reflejó el 28-37 final y que ratificaron la presencia de los "Hispanos" por quinta ocasión consecutiva en las semifinales de un Campeonato de Europa.

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