El Valencia se volcó para buscar la victoria ante el Chelsea y certificar su clasificación para los octavos de final de la Champions League. Pese a que los de Celades remontaron y crearon ocasiones de sobra para llevarse los tres puntos, el esfuerzo realizado no tuvo el premio completo y, además, pasó factura a los jugadores, como fue el caso de José Luis Gayá.

El lateral valencianista fue uno de los que más kilómetros recorrió durante un partido de infarto, que se rompió en la mitad de la segunda parte y terminó siendo un correcalles, con el desgaste que eso conlleva.

Este cansancio hizo mella en Gayá, que quedó tendido en el suelo después de que el árbitro pitara el final del encuentro. El jugador parecía desorientado y a punto de perder la conciencia mientras se encontraba sobre el césped y fueron varios compañeros y otros jugadores del Chelsea quienes alertaron de que Gayá debía ser atendido.

El defensa sufrió una seria bajada de tensión como consecuencia del titánico esfuerzo realizado y fue trasladado en camilla al interior del estadio de Mestalla para recibir atención médica.

Gayá mejoró después de que le pusieran una vía y comenzó a recuperarse poco a poco, calmando los ánimos. Ahora deberá guardar reposo, aunque todo quedó en un susto.