La selección española de fútbol jugará la Euro 2020 tras una clasificación que puede tener su broche este mismo lunes en el partido contra Rumanía en el Wanda Metropolitano. Una victoria daría al conjunto nacional el primer puesto de su grupo y, por tanto, la cabeza de serie en el sorteo. Buena parte de responsabilidad sobre este hito recae sobre un Robert Moreno que, de momento, no tiene garantizado su futuro como seleccionador.

En los años de Ángel María Villar al frente de la RFEF se había mantenido una tradición con respecto a los contratos de los seleccionadores absolutos. Si conseguían la clasificación para una fase final de Mundial o Eurocopa, se les renovaba automáticamente. Así fue también con Julen Lopetegui cuando llegó Luis Rubiales, si bien lo ocurrido con el hoy entrenador del Sevilla hace que vaya mucho más cauto en la situación con Moreno.

El presidente de la RFEF no despejó las dudas, sino todo lo contrario, tras la goleada ante Malta. "Queda un partido de clasificación y hay un departamento que lo lidera Molina, cuando termine me comentará y veremos qué se hace si es que hay que hacer algo. En ese caso, Molina tiene mi respaldo total y sus ideas son las de la Federación. Nos queda ese partido y después tenderemos mucho tiempo para pensar y reflexionar. Veremos qué hacemos", dijo Rubiales, dejando la responsabilidad en manos del director deportivo de la RFEF.

Por su parte, Moreno se siente con fuerzas y apoyado. El técnico llegó a este puesto de manera un tanto imprevista, ya que la baja forzosa de Luis Enrique le aupó al puesto sin tener siquiera experiencia previa en ningún banquillo como primer entrenador.

"Me siento totalmente respaldado por mi plantilla y por la gente que forma la expedición. Me siento muy a gusto. Estoy encantado de la gente que tengo alrededor y del trabajo con los jugadores", dijo al respecto en la rueda de prensa previa al partido del Wanda Metropolitano.